Wings (TaeKook)

El Angel

Los ojos de Jungkook eran tan grandes como la luna de esa noche y su cuerpo se volvió tan frío como el piso en el que estaba acostado. No podía atreverse a moverse después de escuchar la voz, su cuerpo estaba tenso y por un momento sus lágrimas se detuvieron. El viento soplaba las hojas muertas que estaban en el suelo, haciendo que algunas de ellas se detuvieran junto al cuerpo de Jungkook. Sus orejas puntiagudas seguían moviéndose para escuchar cualquier otro sonido además de las hojas moviéndose, pero la presencia de lo que sea que estaba ahí fuera se había ido.

Suspiró, pero antes de que pudiera levantar la cabeza para mirar a su alrededor, escuchó un fuerte ruido como si algo hubiera caído al suelo. Pronto su oído empezó a escuchar algo aplastando las hojas secas, eran pasos acercándose a él. Se cubrió la cara con los brazos, no había nada más que pudiera hacer que esperar y ser asesinado. Entonces, los pasos se detuvieron.

"¿Estás perdido, pequeño?" repitió la criatura.

Jungkook pensó que si esta criatura no lo había matado ya, entonces tal vez no tenía las intenciones de hacerlo. Lentamente movió su brazo para destaparse los ojos, y desde la esquina vio una silueta de una figura masculina. "S-Sí... creo que sí," dijo hablando a través de su brazo.

"Ya veo," dijo la voz ronca. "Deja que te ayude."

Su voz era dulce y tierna, esto hizo que Jungkook se sintiera un poco menos asustado. Lentamente comenzó a desenredarse de la bola en la que se había convertido, se incorporó sentado pero aun así mantuvo sus piernas abrazando su pecho. Los ojos de Jungkook se abrieron después de ver mejor al hombre frente a él.

"E-Eres... un ángel," el hombre frente a él era magestuoso, su piel era suave y casi brillante, con apariencia de porcelana. Era alto y delgado, tenía manos largas y huesudas y su cabello era dorado. Su rostro fue lo que más cautivó a Jungkook. Sus ojos azul cielo eran hermosos y misteriosos, el tipo de ojos que pueden tocar tu alma con solo mirarte. Sus pestañas eran largas y rubias también, tenía un pequeño lunar en la línea de los ojos que lo hacía lucir aún más hermoso. Había más lunares esparcidos por su rostro; por la nariz, el pómulo y el labio inferior. Estaba vestido todo de blanco como debería hacerlo un ángel, lo que hacía que sus alas emplumadas se vieran más blancas y limpias y su piel pálida hacía que sus labios se vieran muy rosados, Jungkook había oído que los ángeles eran seres muy hermosos, pero nunca pensó que serían tan magníficos.

"Correcto, lo soy," respondió el ángel. Tenía un acento extraño que Jungkook nunca había escuchado antes, pero sonaba demasiado educado. "¿Qué hace alguien como tú en el territorio de los ángeles, eh?"

"¿Territorio de ángeles?" Los ojos de Jungkook se abrieron al igual que su boca. "Yo-yo..." sabía muy bien lo que sucede cuando se viola la ley. Sus ojos se humedecieron mientras miraba al ángel con ojos desesperanzados.

"Tus ojos... son diferentes" el ángel se agachó, apoyando su peso en una pierna. "Son... púrpura." Sus ojos azules miraron profundamente a los ojos de Jungkook. De hecho, eran diferentes, parecían un par de gemas de amatista. "¿Cómo es que un humano tiene ojos morados?"

Jungkook se tragó el gemido que quería dejar salir, "N-no soy... un humano."

Las cejas del ángel saltaron y sus ojos se abrieron, "Entonces, ¿qué tipo de criatura eres?"

"Soy un demonio."

"¿Perdón?" el ángel se acercó para mirar mejor a Jungkook. No podía creerlo, su piel se veía diferente a la de un humano, en realidad era plateada pero era un poco demasiado pálida para ser la piel de un demonio. "¿Me estás mintiendo, pequeño?"

"N-No," Jungkook se limpió las lágrimas. "Soy..." bajó la mirada "Soy un Príncipe Demonio."

"No me pareces un demonio... o un príncipe. Pero dime, ¿dónde están tus alas entonces?" el ángel sonrió.