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Win corrió con todas sus fuerzas.
Había buscado a su omega, no lo había visto en todo el día, necesitaba sus abrazos, su compañía, su aroma, él necesitaba a su omega que aún no lo encontraba.
Había llamado a Jeongin, este le había dicho que Minjae estaba triste.
—Minie ha estado triste todo el día, Jae se encuentra debajo del árbol que está en la facultad de derecho, lo deje allí con Huijun.
—Gracias Jeongin.
—Sí, no hay de que —se despidió.
Bang seguía corriendo, la sola idea que a Minjae le pasará algo o estuviera triste lo hacía ponerse territorial y sensible. No le gustaba que su novio, omega y futuro esposo estuviera llorando. E incluso su niño lo estaba haciendo solo y él no lo estaba consolando, no estaba para él, eso le hacía sentirse como un alfa herido que no tiene comunicación con su bonito omega.
Cuando por fin llegó, vio a su omega todo indefenso junto a Huijun.
Habían alfas rodeando la escena, algunos sentimentales por las feromonas de tristeza que emanaba el omega mientras dormia, otros ignoraban la escena y las feromonas.
Junhyuk se acercó con cuidado, tocando levemente el hombro a Noh— Hola hyung —saludo.
—Oh, Win —susurró—. Minjae recién se durmió, ha llorado mucho, deberías llevarlo a casa, después de todo ya acabó las clases y dormir en el pasto a veces resulta incómodo.
—Sí —agarró al omega con cuidado, poniéndolo en su espalda—. Muchas gracias por haberlo cuidado hyung, hasta luego —se despidió.
—Hasta luego, regresen con cuidado.
Jun asintió y empezó a dirigirse a la salida de la universidad.
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Él alfa caminaba con dirección al departamento del omega, quería hablar con él y saber que era lo que había pasado.
—Alfa no nos dejes —hablo dormido—, no cambies a omega por otro —solto una lágrima.
