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- voy a comer una banana frita y ni siquiera voy a cuestionarlo porque aprendí mi lección después de lo de la oreo - Paul anuncia, levantándose de su asiento - ¿alguien quiere una? ¿Austin?

- okey

- bien. ¿Ginny?

Ella parece estar en trance, viendo un punto fijo en la nada

- Ginny, Paul te pregunto algo -

Ella niega, agradeciendo con la mirada

Tomo algo de la limonada frente a mí, hasta que el sonido de unas llantas rodando constantemente contra el pavimento, me hace girar

Marcus, como una clara forma necesitada de llamar la atención, se pasea de lado a lado en la calle

Suelto un bufido, haciéndome pequeña en mi silla, para evitar seguir observando

- ¿ustedes no salían? - Ginny me pregunta, por lo bajo

- no - me limito a responder, sin más

El silencio incomodo regresa, y Paul intenta arreglarlo de nuevo

- ¿saben qué? Pensándolo bien, quiero bajar un poco esto...- señala su estómago - ¿quieres patear un poco la pelota?

- ¡sí! - Austin responde animado, y ambos se alejan hacia el otro lado del patio

El sonido de un auto llama nuestra atención de nuevo

No puede ser...

Abby sale de este, deteniéndose justo cuando nos ve observándola

Baja la mirada de inmediato, entrando en casa de los Backer

Me levanto de mi lugar, soltando un suspiro

- pues Paul no querrá, pero yo si - tomo la banana frita, mordiéndola de un lado, sin pensar en lo caliente que podría estar - mierda...

Mamá me pasa mi bebida como si hubiera predicho que esto sucedería, y le doy un gran trago, aún quejándome

- dios, de verdad odio esto...

La puerta de enfrente se escucha de un portazo, mientras Abby sale de la casa, notoriamente sollozando

- ¿Qué le pasa a Abby? - Georgia la observa con confusión

- Sus padres se van a divorciar. Está pasando por muchas cosas. Está en terapia

- eso no servirá de mucho -

- lo se...

- ¿no creen que la terapia ayude? - Ginny pregunta

- creo que la terapia es una estafa para hacer dinero. Ir a quejarte de tu mierda nunca ayuda, que yo sepa

- la única vez que fui, termine más hundida y medicada incorrectamente - respondo, por mi parte - la mayoría de los terapeutas no están listos para ejercer su profesión

Ginny y su padre se quedan viéndonos con desaprobación, intercambiando miradas mutuamente

- ¿Qué? - mamá pregunta, notándolo

Ninguno responde, y ella asiente

- Ginny, ayúdame en la cocina

Ella se levanta y va tras mamá, dejándome con Zion

- creo que...iré con ellas para que no se maten mutuamente

Vuelvo a mi silla, reacomodándome en esta y recargando mi cabeza hasta atrás

Tras un par de segundos de silencio, mamá abre la puerta y grita:

- ¡oye, Austin! ¡¿Te quedas en casa?! ¡Comeremos helado!

𝗡𝗲𝗶𝗴𝗵𝗯𝗼𝗿𝗵𝗼𝗼𝗱 | Ginny And GeorgiaOnde histórias criam vida. Descubra agora