𝟎𝟏

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La noche del jueves Jake recibió la notificación de que su cuenta bancaria había sido frisada; de que sus tarjetas estaban bloqueadas y que estaba a punto de perder varias casas que poseía; y las favoritas de su marido

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La noche del jueves Jake recibió la notificación de que su cuenta bancaria había sido frisada; de que sus tarjetas estaban bloqueadas y que estaba a punto de perder varias casas que poseía; y las favoritas de su marido. Una de ellas y de hecho, la más grande, ubicada al sur de los ángeles; con un diseño playero y acogedor. Sonrió con nostalgia porque el recuerdo del rostro de su amado cuándo lo llevó allí por primera vez sacudió su memoria y su corazón, definitivamente, SuNoo lo mataría.

Su traje desaliñado hacía conjunto con su escritorio, el cual estaba lleno de papeles importantes, avisos de pago y notificaciones de demandas; no sabía qué diablos iba a hacer. Aquel predicamento era precio que debía asumir después de disfrutar tantas noches en las manos de las mesas de apuestas y ahora, no podía culpar a nadie más que a él mismo. Decir que perdería la cabeza no era suficiente, con su nombre y su empresa al borde del precipicio era de esperarse. Su mejor amigo lo acompañaba como todas las noches, siempre a su lado, no era más que una botella de escocés, ya que su otro mejor amigo se encontraba en Milán cerrando unos tratos. No sabía en qué momento se entregó a los casinos y juegos ilegales, más ahora lo único que tenía por seguro es que estaba metido en tremendos problemas con personas a las que era mejor mantener del lado correcto.

Su maravilloso esposo ni siquiera estaba enterado de que tan jodida era la situación y él no tenía el valor para decírselo. SuNoo sería capaz de matarlo con sus propias manos, porque a pesar de ser delicado, precioso y correcto, ha sido también esa clase de esposo que vela por el bien de los dos. Tenía un tremendo carácter y decisión propia; su palabra era autoritaria, nadie podía cambiarla. Siempre ha cuidado a Jake, siempre lo ha apoyado; siempre ha estado a su lado en las buenas y en las malas, ahora decirle aquello y ver en esos ojitos la decepción lo volvería trizas, lo amaba demasiado.

Se estaba ahogando en su botella de escocés y sus pensamientos cuando el teléfono sonó, con un suspiro largo de cansancio alargó su mano para contestar.

—Hola—Contestó de mala gana, frotándose las sienes en el proceso.

—Bastardo, hasta al fin contestas ¿Cómo está la familia?—Su mejor amigo, SungHoon, estaba al otro lado de la línea —¿Cómo está SuNoo?

Suspiró. Un poco alegre si podía decirse, por escuchar la voz del idiota que ha sido su hermano desde 5to grado.

—¿Qué quieres Park?—Intentó sonar fastidiado.

—¿Así es que tratas a tu mejor amigo?—. Se escuchó una risotada por parte de SungHoon—Tenemos que hablar.

—Solo no estoy de ánimos, hermano.

—Si... sobre eso, escuché de la cantidad que le debes a Freddo.

—¿Acaso yo soy el tema de conversación en tus reuniones?—Cuestionó, ahora si un tanto molesto.

—Lo eres cuándo tengo que partirle la cara a ciertos imbéciles por hablar mal de ti.

—Awwn—Fingió ternura—¿Te peleaste por mi? Eso es lo más lindo que has hecho en tu vida.

el precio del placer ♯݊ˢᵘⁿᵍˢᵘⁿWhere stories live. Discover now