El brillo de tus ojos.

Epílogo.

Justo un año ha pasado y junto a la pequeña Melanie vivimos una vida de ensueño. El reino es muy sólido y las familias están muy unidas. Él pueblo ya no suspira desde hace mucho.

Estoy en la habitación con mi bebé, Melanie es una hermosa pelirroja de ojos verdes cristalinos. Tan risueña y divertida que estoy segura vino para ayudarnos a olvidar nuestros terribles pasados. Cristian y yo la amamos con todo nuestro corazón. Cristian se acerca para decirme que debe hacer un viaje de unas semanas , cosa que parte mi corazón pues separarnos siempre me resulta estresante. Acostumbrarse a la persona que amas es hermoso pero a la vez es desesperante. Saber que he de dormir sin Cristian unas semanas roba mi sueño pero entiendo que es por el bien de los reinos. Cristian tiene funciones que cumplir y pronto será nombrado rey del distrito este , su padre ha optado por dejarle la corona y tomar un necesario y merecido descanso. Partirá al día siguiente así que tenemos una noche muy intensa , nos amamos con mucha ternura sabiendo que extrañaremos todo esto los siguientes días y semanas.

Al amanecer vamos en un carruaje acompañando a Cristian , subirá en un barco y se irá. Voy triste y suspirando ante la certeza de días llenos de melancolía. Pero Melanie será mi consuelo. Ya Cristian no me deja sola sino muy bien acompañada. Mamá también se enfoca en estar con nosotras cuando él debe ausentarse.

Ver el barco partir es tan triste. Cuando se pierde en el horizonte abrazo a mi hija y vuelvo al carruaje que es acompañado por seis caballos montados por soldados que resguardan nuestra seguridad.

Llego al palacio y Astrid la nodriza se encarga de Melanie durante unas horas mientras cumplo algunas funciones que me corresponden. Me reuniré con algunas mujeres del Reino para tratar algunos asuntos importantes para el pueblo. Hacer donaciones para las familias numerosas es la tarea que nos ocupará hoy. Así una vez determinado cada detalle vamos a visitar a las familias que están en alguna necesidad. Llevamos alimentos, medicinas , ropa y juguetes, también un médico que revisará a cada uno de los miembros de las familias.

Al llegar a casa tras un día arduo me refresco y lo que más anhelo es abrazar a mi pequeña Melanie.

Al anochecer me acuesto junto a ella y cuándo por fin se queda dormida la llevo a su habitación. Mañana es día de tributos. Él pueblo vendrá a traer sus ofrendas y me gusta estar presente. Normalmente lo estoy con Cristian. Pero debo seguir al frente cuando él se ausenta. Así que intentaré dormir temprano y amanecer fresca mañana y muy despejada.

Al día siguiente el palacio se ha llenado de mucho color. Todo es algarabía. Las personas hacen fila y cada cual trae su ofrenda. Solo exigimos el cinco por ciento , un cincuenta y cinco es demasiado. No necesitamos nada de lo que el pueblo trae realmente. Pero lo veo como un fondo reservado para ellos mismos. De allí logramos tener siempre provisiones. Y si una guerra afecta al reino algún día tendremos como solventar el problema. Entonces una joven madre que ha traído como ofrenda semillas de linaza , unos cinco kilos, está por irse veo a alguien entre la multitud. Alguien que enseguida recuerdo. Es el joven Alejandrino, el que me salvó de morir despedazada por los cerdos. Me mira con recelo y entonces desaparece entre la multitud. Me levanto y camino entre todos buscándolo. Pero no lo veo. Creo que aluciné o algo así. De modo que vuelvo a mi lugar. Él pueblo continúa trayendo sus ofrendas y unas horas después por fin el evento termina satisfactoriamente.

Entonces al volver a mi habitación y refrescarme voy a ver a Melanie. Entro a la habitación y no está. En vez de a ella miro a un lado , en un rincón de la habitación a Astrid , atada en el suelo y amordazada. Corro hasta ella entrando en pánico y descubro su boca cuando empieza a gritar que un hombre joven se llevó a la niña. La miro con horror y mis lágrimas comienzan a salir. Desato sus pies y manos con un fuerte temblor y sintiendo que mi corazón está a punto de estallar. Entonces me hace ver un mensaje que me dejó escrito el que se llevó a Melanie. Lo tomo de inmediato .