O9

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sunoo soltó un pequeño suspiro mientras dejaba en el suelo la pequeña canasta en la cuál traía unos pequeños panqueques que hizo con ayuda de jisung.

El alfa con olor a café llegó al lugar, estaba a una distancia considerable para que su olor no lo pudiera percibir el tierno omega, se veía muy linda, no, era muy lindo. Es esos momentos se sentía muy mal, pero se lo merecía.

¿Qué pensaba al defender a su familia y no a su Omega? ¿Por qué nunca hizo caso a las súplicas del castaño? No imaginaba el dolor que sintió su omega y como se debió sentir en todo ese tiempo.

Limpió sus manos llenas de sudor en su camisa antes de acercarse a donde estaba sunoo; el castaño al verlo sonrió levemente.

— Llegaste puntual... Igual que el día de nuestra boda, estoy feliz — tomo la canasta y la extendió hasta sunghoon — Los hice con mucho cariño, espero te gusten.

sunghoon sostuvo la pequeña canasta y sonrió tiernamente — Estoy seguro sabrán muy deliciosos... sunnie

— ¿Nos vamos a ir ya? Pronto se pondrá oscuro — sostuvo la mano del pelinegro

— No puedo... Lo siento, sunooie. Solo me vine a despedir — soltó un sollozo

sunoo borro su sonrisa y soltó la mano del alfa, después miro fijamente al pelinegro.

Lo único que se le ocurría en esos momentos era que su esposo se quedaría con EunJi y su familia. Necesitaba preguntar el porqué solo se venía a despedir, no quería pensar mal. Si sunghoon se quedaría con su ex necesitaba saberlo

— ¿Por qué? — cuestionó con un nudo en su garganta, en cualquier momento lloraría

— Desde que nos casamos solo has sufrido, te prometí que te haría muy feliz y el único momento que fue lindo para tí desde que nos casamos solo fue nuestra noche de bodas y el día que hice la marca — acarició la mejilla del castaño y limpió la pequeña lágrima que escurría

— Tienes razón... Incluso me engañaste, ese día la marca me dolió mucho — reprochó

— Lo siento. EunJi me besaba y yo no la alejaba, solo le decía que no lo volviera hacer y nunca le puse ningún límite — confesó

— No importa ya... ¿La sigues amando? — cuestionó mientras evitaba la mirada del pelinegro

— No. — sostuvo la mano del castaño con delicadeza — Tu eres el único omega que el gusta y quiero, más sin embargo no lo he demostrado, solo te he hecho daño por eso me he venido a despedir — puso los anillo de boda en la mano del omega — Espero seas muy feliz, sunooie, lo mereces

sunoo limpió sus lágrimas antes de depositar un pequeño y delicado beso en los labios del alfa. sunghoon correspondió el beso, ambos derramaban lágrimas, sabían que ese beso era la despedida, no había más oportunidades para arreglar las cosas.

El primero en separarse fue el omega, le dedicó una dulce sonrisa al su aún esposo antes de darse la vuelta para agarrar su pequeña maleta.

— Te llegará el divorcio posiblemente en unas semanas o meses — aviso, dió media vuelta y miro al alfa — Te amo mucho, sunghoonie. Espero nos volvamos a encontrar en un futuro no muy lejano — soltó una pequeña risita

— Yo te amo mucho más, sunnie. — sonrió levemente — Sé muy feliz, cariño

sunoo empezó a caminar despacio, alejándose del alfa pero al volteo un poco. Quería y necesitaba ver aquel alfa con el que había pasado lindos momentos.

— ¡Disfruta los panecillos! — grito mientras movía su mano de un lado a otro despidiéndose del alfa con aroma a café.

sunghoon se quedó parado ahí mirando como sunoo se alejaba cada vez más, desvió su mirada hacia la canasta con los pequeños panqueques. Quitó el pañuelo que los cubría y vio varios panqueques. Sonrió con nostalgia al recordar cuando en su noviazgo con sunoo este lo prometió que un día le haría muchos panqueques con mucho amor, aún recordaba la linda sonrisa del castaño cuando le dijo eso.

— sunnie... Te quiero mucho — dió un pequeño mordisco al pequeño panqué y sonrió con felicidad — Te esforzarte mucho como lo prometiste, cariño


El alfa con olor a coco compraba algunos víveres y platicaba feliz con el dueño de la tienda. Su sonrisa se borró al ver al qué alguna vez fue su mejor amigo, le pago al dueño y se acercó al alfa.

— sunghoon... ¿Qué haces aquí? Ya es tarde.

— jisung. Yo solo... Pasaba por aquí y te ví por aquí, casualidad — sonrió nervioso

— Ya veo. Entonces, hasta luego — empezó a caminar pero se detuvo al sentir como sunghoon ponía su mano en su hombro

— ¿Podemos hablar? — pregunto con temor

El alfa soltó un suspiro, dudando en si ir o no, al final acepto ya que si creía necesario hablar y arreglar las cosas con él.

— Bien, vamos a mi casa.

sunghoon asintió y siguió a jisung, después de algunos minutos de caminar llegaron al hogar del alfa, ambos entraron. sunghoon tomó asiento en el pequeño sofá mientras jisung dejaba la bolsa con los víveres en la cocina, unos momentos después tomó asiento en otro sofá.

— Habla — ordenó

— ¿Qué sucedió entre EunJi y tú aquel día? — cuestionó

— ¿Sigues sin superar eso? — soltó un suspiro casando — Ella se me declaro, dijo que ya no sentía los mismo por ti, que las cosas ya no eran igual contigo y que te dejaría para esta conmigo

— ¿Tú...?

— Yo nunca la quise, nunca la ví con otros ojos, la que te traicionó fue ella, yo no — se apresuró hablar

sunghoon asintió, iba hablar mucho con jisung. Tal vez dormiría ahí     

Recién casados ᎓ sungsunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora