Día Zero

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Los siete se miraron con felicidad, no dudaron en unirse en un gran abrazo, tan sentimental y emocional.

Había acabado su primera gira por el mundo, ¿qué si la disfrutaron?, por supuesto, no cambiarán por nada en el mundo está experiencia.

Cada uno decidió que hacer durante estás minis vacaciones.

Jungwon se iría a casa de sus padres junto a Ni-Ki.

Sunoo decidió irse a Jeju con su familia.

Sunghoon se llevó a Jake arrastras a su casa, la pasarían bonito y tranquilo junto a la linda de Gaeul.

Mientras tanto, él y sorpresivamente Jay serían los únicos en quedarse en el departamento.

Al parecer los papás de Jay no se encontraban en él país, mientras que los suyos antes de saber que tendría mini vacaciones, ellos decidieron ir a Jeju.

Por lo tanto, ambos quedarían desamparados, pero no tenía que ser así.

...

Los chicos con sus mochilas en manos, cada uno se despidieron de él y Jay, quedando en trato el volverse a reunir el fin de semana en un tranquilo café.

Una vez los chicos se fueron, Jay y él se fueron por su lado, por su parte empezaría su día con una larga siesta.

Antes de colocar un pie en su cama, se digno a bañar, cocinar, comer de lo que se cocino, dejarle una porción a Jay, cepillarse y ahora sí, tomar su tan deseada siesta.

Rumbo a su habitación, una vez en ella, se deshizo de su camisa, sus shorts de algodón, y solo con calzoncillos, se tiró a su cama, se enrollo con su mantita, sin pensar, decidió cerrar sus ojos, siendo cuestión de segundos el haberse quedado dormido.

...

Lentamente abrió sus ojos, soltando un ligero bostezo, tomó asiento, quedando sus pies fuera de la cama, brincando de la sorpresa por lo frío que sintió con las plantas de los pies el suelo.

Tras pensarlo mucho, se decidió alejar de su cama, de pie, se estiró, bostezo una vez más, se rascó el muslo derecho y con pereza se dirigió a la puerta de su habitación.

Saliendo de su cueva, se dirigió a la cocina, tenía sed.

Notando que solo la luz del pasillo se encuentra encendido, tomó preocupación al caminar, ahorita que lo piensa, tal vez y sea madrugada, el departamento esta un tanto silencioso.

Una vez tanteó el botón para la luz de la cocina, la encendió, se acercó al dispensador de agua, agarró un vaso que probablemente uno de los chicos dejó cerca de ahí y lo colocó donde debe.

No espero mucho y su vaso ya se encontraba lo suficientemente lleno.

Llevando la orilla del vaso a sus labios, inclinó el utensilio y el agua pasó por su boca hasta su garganta, refrescandola.

-¿Hyung?

La voz de Jay, levemente gruesa por el sueño, le hizo sobresaltarse, soltando un pequeño gruñido, y consiguiente atragantarse con lo poco del agua que aún pasaba por su garganta.

-¡Oh, dios!, ¡Perdón!

Escuchó a Jay disculparse y sentir sus leves palmaditas en su espalda, soltando una risita, se compuso, se alejo de él y con un ademán le hizo saber que se encuentra bien.

-¿Te desperté?, perdóname, tenía sed

Habló con un poco de dificultad, después de medio componer su respiración, Jay le miró aún preocupado y negó ante sus palabras.

-Ya estaba despierto, no podía dormir, normalmente Sunoo me arrulla con sus ocurrencias antes de dormirnos

Habló un poco desanimado su compañero de grupo, compartiendo el mismo sentimiento, asintió y palmeó ligeramente su cabello.

-Te entiendo, yo también los extraño, Ni-Ki probablemente a estás horas me pediría emocionado jugar FIFA

Sonrió con cariño ante sus propias palabras, Jay no dudo en compartir el mismo cariño por el menor del grupo.

-Y si fuera así, Sunghoon se despertaría y les diría un millón de cosas

Ambos no evitaron reír, aquello era cierto, normalmente cuando eso sucedía, Sunghoon era el que siempre los regañaba por sus gritos, claro, más los del pequeño japonés.

-Que ridículo, solo pasaron algunas horas y ya quiero que regresen

Habló con morriña, Jay asintió ante sus palabras, mirándole de reojo, dudo un poco de su siguente acción, normalmente él no inicia un abrazo, a menos que lo sienta necesario, así que un poco dudoso abrió lentamente sus brazos y los extendió a la dirección de Jay, esté inmediatamente notó sus intenciones, con una sonrisa ladina, asintió efusivamente y se lanzo a sus brazos, tal parece que él lo necesita mucho.

Los brazos de Jay rodearon su cuello, sintió como escondía su rostro en la curvatura de la misma, por su parte rodeó con delicadeza su cintura y colocó su mentón sobre su cabeza.

La esencia cítrica de Jay le invadió su sentido olfativo, sin poder evitar cerrar sus ojos, se relajo de a poco.

Los abrazos de Sunghoon pueden ser sumamente cálidos, pero los de Jay le suben al cien por ciento su batería invisible, al igual que sus ánimos se elevan más de lo normal, Jay y sus abrazos son únicos, bueno, abrazar a Jay es una sensación única, es muy curativo.

No sabe cuánto tiempo estuvieron abrazados, y pudieron seguir así, solo porque un vago ruido fuera de su departamento les hizo asustar, bueno, es tan entendible, ya es madrugada y cualquiera se asustaría con el mínimo ruido y más si proviene de fuera.

-Hasta mañana hyung, que descanse

Le habló Jay después de un rato que se quedaron viendo hacia la puerta principal, deteniendo su atención en él, asintió.

-Hasta mañana Jongseong

Le sonrió cariñosamente, ambos salieron de la cocina y se fueron a sus respectivas habitaciones.

A Solas |JaySeung|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora