Estrella de mar - Emiliano "Dibu" Martínez [𝓣𝓮𝓻𝓶𝓲𝓷𝓪𝓭𝓪]

Capítulo 11: Mirá que te como (1T)

EMILIANO

Hacía muchos meses que vivía pensando en Martina. Su voz, su sonrisa, su boca... Por tímido y porque mi separación con Mandinha es complicada para el resto del mundo, nunca me animé a nada. Aunque en la fiesta de fin de año casi derrapo cuando la tuve tan cerca con ese vestido rojo y esa boquita pintada. Y cuando lo vi al ex que se la chapó como si nada... me morí de celos. Sabía que no éramos nada, ni siquiera amigos, pero verla cómo se le tiraban todos con tanta facilidad y yo no podía, me estaba volviendo loco.

Cuando la vi en el boliche con ese top y esa pollerita... Era demasiado hasta para mí. Necesitaba una excusa para llevármela lejos y tenerla para mí sólo. Le conté todo tirándome el lance, y aunque ahí no podía hacer nada, porque tenía la atención de medio boliche, me la jugué y le dije que se fuera conmigo

- Llevame entonces

Escuchar su voz tan seductora y divertida me sacó de quicio. "Es mi momento" pensé "Si no lo hago ahora, no lo hago nunca".

Subimos al auto y empecé a manejar, pero lo único que necesitaba era tocarla aunque sea un poco, algo más que el brazo. Pensé en su cintura, cómo me gustó cuando la alcé en la fiesta de fin de año, y sin dudarlo la agarré de la pierna como quería desde ese día en la cocina de la agencia.

Cuando soltó el "¿Así que te desconcentro?" y no aguanté más. No sé cómo hice para tirarme contra la vereda tan rápido, ni cuánto tiempo estuve hablándole, diciéndole lo loco que me tenía, sólo sabía que necesitaba sacarme de encima esas ganas que venía acumulando hace casi un año. Cuando me agarró de la cara ya sabía que no podía aguantar más. Le comí esa boquita tan linda que había imaginado mil veces cómo sería, pero fue mejor, fue el chape más hermoso que existe, y me dieron ganas de más.

Me separé para recobrar el aliento y ver si a ella le gustaba tanto como a mí. La vi mirándome los labios mientras se sonreía, y no pude volver a respirar que ya la necesitaba de nuevo cerca de mí. La agarré de donde pude, subiendo y bajando la mano por su espalda, pero el top me molestaba... para ser sincero, toda su ropa me molestaba. Sentía que estaba en el camino de lo que yo quería, que era ella. Solamente ella, toda para mí.

Mientras tratábamos de entrar al edificio, la lluvia nos golpeaba fuerte en la puerta del estacionamiento y en el ascensor no me contuve: el topcito y la pollerita se le pegaban al cuerpo por el agua, y las gotas seguían apareciendo en su piel mojada. Empecé a darle besos en el cuello, mientras ella me rasguñaba suave la espalda, y cuando pensé que no podía más, ahí saltó: el gemido más sexy que haya escuchado en mi vida. Era como grave, un poco ronco y acompañado de un suspiro muy largo. La miré ya sin poder diferenciar nada, ni el lugar donde estábamos, ni el momento, NADA.

La subí encima, y no sé cómo, pero logré abrir la puerta del departamento mientras ella me comía el cuello a upa mío. Yo ya empezaba a sentir que el pantalón me apretaba demasiado. En el último beso que me dió, pasó su lengua tímidamente por mi cuello y la tiré al sillón antes de que se me pare más.

- No, no. Esperé muchísimo tiempo para esto. Ahora te voy a disfrutar tranquilo.

Me saqué el jean y empecé a bajar los besos hasta el cuello, mientras su respiración cortada me cebaba más, hasta llegar al pecho. Le empecé a dar besos y cuando vi que eso le gustaba le agarré la parte de atrás del corpiño y le pregunté:

- ¿Puedo?

Ella no me podía contestar, solamente soltó un "Mhm" mientras asentía con la cabeza despacio, y ahí supe que era toda mía. Le saqué el corpiño y empecé a pasar mis labios despacio por sus pechos mientras respiraba encima suyo y sus pezones se ponían duros. Cuando empecé a escuchar sus gemidos más seguidos, me empecé a desesperar más, chupándoselos y pasándoles la lengua a uno, mientras mi mano jugaba con el pezón del otro. Su espalda se arqueaba cada vez más, hasta que se le escapó un "Ay Emiliano" y ya no me contuve. Subí a besarla mientras le abrí las piernas y me apoyé contra ella.