3: nuevo amigo Marcos Ginocchio

1.3K 128 35
                                    

- ¡Me tenes que estar jodiendo, Agustin! - Thiago gritó, golpeando el suelo con su puño. Se había caído de la cama de Agustin (en la cual se encontraban originalmente hablando después de que el mayor llamase a su mejor amigo en busca de desahogar todo lo que tenía en su interior desde aquél infortunado suceso) debido a la exagerada risa maniaca que no había cesado desde que Agustin empezó a relatarle su primera charla con Marcos Ginocchio

- ¡La puta madre, Thiago, deja de reírte boludo! - Exclamó Agustin, lanzándole una almohada en el rostro a su mejor amigo, frustrado, avergonzado y muy rojo. - Me haces sentir peor.

El menor inhaló un par de veces antes de encontrar su voz.

- No creo que eso sea humanamente posible, Agustin. - Confesó el morocho, apoyando sus codos en el colchón de la cama, aún sentado en el piso. - Es decir, lo primero que sale de tu boca la primera vez que hablas con una criatura inocente como Marcos Ginocchio es: "¿Me dejas chupártela?". Sólo porque quedaste sorprendido por el enorme tamaño de su mini-Marcos, no tan mini según lo que me estás contando... no te da derecho a ser un indecente. Debiste mínimo invitarle un café primero.

- ¡Thiago, cortala! - gritó Agustin, tirándose de espaldas en su cama, cubriendo su rostro con una almohada, ahogando un grito de frustración en ella. Tenía ganas de llorar debido a lo avergonzado que se encontraba con Marcos Ginocchio.

Demonios, después de haber soltado tal cosa, no se dió cuenta de la estupidez que había dicho hasta que el rostro entero del chico se volvió tan rojo como una manzana madura. El labio inferior le tembló, no pudo decir ni una palabra y Agustin, en seguida, se dió cuenta de lo profundo que había metido la pata.

"L-lo siento... creo que me tengo que ir."

Fue lo único que pudo articular el castaño, quien se olvidó de inmediato de su ducha y salió corriendo con la ropa a medio poner, dejando a Agustin con una disculpa en la boca y la vergüenza más enorme que había experimentado en su vida.

- Tengo qué disculparme con él. - Balbuceó Guardis, aún con el rostro enterrado en la almohada.

- ¿Mhm? - Inquirió su mejor amigo, subiéndose en la cama y quitándole la almohada del rostro. - ¿Qué dijiste?

- Que tengo qué disculparme con él. No puedo vivir en paz conmigo mismo si él sigue teniendo esa impresión de mí, Thiago. - Dramatizó el mayor, sentándose sobre sus pantorrillas y meneando a su amigo de los hombros. - ¡Lo traumaticé!

- Sí, eso me quedó bastante claro. - Ironizó su amigo, rodando los ojos. - Pero creeme cuando te digo que Ginocchio te va a estar ignorándo hasta en los almuerzos. Debe estar tan o más avergonzado que vos.

- Por eso vos me vas a ayudar a atraparlo. - Canturreó Agustin, sonriendo exageradamente.

- Si lo vamos a "atrapar", se va a asustar mucho más. - Analizó el morocho, llevándose los dedos a la barbilla, con expresión pensativa.

- ¡Thiagooooo...! - Lloriqueó el mayor, fingiendo llorar. - Tenés qué ayudarme, quiero disculparme con Marcos.. no puedo dejar las cosas así aunque me muera por tener esa gran pija entre mis manos.
Quizás si me disculpo con él podamos ser amigos y me deje... me deje... Uy la puta madre, voy a tener una erección si sigo pensando en él.

- ¡Ew, Agustin, sos un asqueroso! - se queja Thiago, empujando a su mejor amigo hasta hacerlo caer al suelo. - Pero te voy a ayudar sólo porque vos me ayudaste a pedirle una cita a Nacho antes de que seamos novios. Te la debo.

- ¡Sos el mejor amigo del mundo! - Grita Agustin, lanzándose a los brazos de Thiago.

- Bueno, te ayudo, pero a cambio de una sola cosa. - Pide el morocho, apartándose del abrazo.

Falofilia - margusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora