Asimetría- M.Myers (slasher Terror)

(1): Conscientes boscosos.

-Dallas, Texas.

Detrás del miedo a una mudanza, existía la intérprete y típica angustia al rechazo. Anette deseaba quedarse en Texas ya que su vida estaba hecha ahí y odiaría dejar a sus amigas o a su club de lectura, pero su padre ya lo había afirmado... sería Illinois la próxima vida que iba a tener.

Resignada, una chica de apenas 17 años, empacaba enfurecida y lagrimeando. Ardía en furia ¿porqué debían de irse? Que había de malo ahí.. ¡en Texas!

Dallas era un pequeño y calmado espacio Texano... entonces ¿porqué? Sus padres alegaban que Illinois era tan calmado y seguro como la pacífica villa de Dallas, estaba harta de escuchar balbuceos y tonterías de su hermano mayor, alegando que Illinois era mejor que la porquería en donde estaban.

Agitó su cabello rubio cobrizo y lo trenzó mientras escuchaba la radio. El día de hoy era soleado y extrañamente cálido a comparación de los anteriores y era extraño estando en pleno agosto... le pareció una coincidencia bonita al pensar que Dallas le daba sus últimos preciosos momentos.

Hace unos días que habían escuchado sobre una familia asesina caníbal la cual se aprovechaba de los despistados jóvenes que recorrían la autopista. Lo peor es que esto sucedía ahí en Texas; tal vez por eso sus padres amonestaban tanto con irse de Dallas a pesar de que la loca familia no estaba cerca de ahi.

Aún así unos padres tan conservadores, religiosos y paranoicos como Susan y Gilbert Johnson nunca se quedarían en el mismo estado que unos locos come humanos. Partirían ese mismo día, el 24-8- 1978.

Anette temía que sus amigas se enfadasen con ella por el hecho de que las abandonaría y por supuesto, faltaría a su promesa de "juntas por siempre" pero confiaba en su destreza para convencerlas de que no fue una decisión que ella apoyara. Eligió su calzado y abandonó la habitación cruzándose con su madre en el pasillo.

-Madre.. iré a ver a las chicas ¿puedo?- Susan le miro seca, no tenían la mejor relación, pero quería evitarse una pelea.

-¿Terminaste de empacar?- pregunto la pelirroja mujer, inquisitiva. Su hija asintió mientras apuntaba su habitación y Susan miro de reojo suspirando.- Te quiero aquí antes de las 5, partimos al aeropuerto a las 3 y ya son 12:30 pm, vete ya.

Susan prosiguió arreglando las pinturas de oleo recargadas en la pared, la cual carecía de detalles grabados, solo un simple tapiz azul rey desgastado y sucio. Pronto las ruedas de la bicicleta sonaron en la grava.. su hija se alejaba hasta la biblioteca,  probablemente, no le dio mucha importancia.

Sus orbes azulados observaban con delicadeza el sendero boscoso por donde se encontraba su casa, el sol postrado en su punto más alto extasiando la piel pálida de la chica y haciendo arder su cabeza. El sudor perlaba un poco su ya blanca tez; Anette renunciaba a ponerse bloqueador ya que detestaba la sensación cremosa de este.

Agradecía a su sombrero de ala ancha la poca sombra proporcionada, más que nada que la protegiera del ardor que comenzaba a tener... Realizó ciertas vueltas y llegó a la carretera situada a 10 km de su casa. Sentía una gran presión por parte del ambiente una corazonada tal vez...

Volvió a montar su bicicleta de turquesas llantas y pintura naranja, volteó la vista al sentir un viento vacío venir desde dentro de la arboleda. Alzó los hombros en una sentencia que le mandó su subconsciente "aléjate lo suficiente de este lugar".