𝗡𝗶𝗰𝗼𝗹𝗮́𝘀 𝗢𝘁𝗮𝗺𝗲𝗻𝗱𝗶

9.7K 271 30
                                    

𝐭𝐰: 𝐝𝐫𝐮𝐠𝐬

★ ★ ★

Moviéndome al sonido de la música junto con el chico con el que estaba saliendo, noté que faltaba alguien. Que para ser más específica, esa persona era mi mejor amigo.

—¡Voy a buscar a Nico!—hablé con un tono de voz más elevado para que me pueda escuchar. Asintió sin molestarse ante mi aviso y me dispuse a buscarlo.

Fui al baño para revisar si se encontraba ahí pero no lo estaba. Así que fui hasta donde pensé que podría estar.

Subiendo a el patio de arriba, me tropecé un poco con las personas borrachas que se hallaban en las escaleras, que obstruían mi camino. Sin embargo valió la pena, ya que pude encontrarlo.

Me acerqué sigilosamente. Por el frío que hacía, no había nadie, así que solo se encontraba él. Sus codos estaban apoyados sobre el barandal. Su posición dándome la espalda fue perfecta para poder asustarlo.

—Ya se que estas ahí, tus zapatillas hacen un ruido raro—dijo aún de espaldas y me acerqué, temblando un poco a causa del clima, a darle un empujón divertido con mi hombro. En respuesta sonrió.

Nos quedamos unos segundos observando la noche, con la música escuchándose a la distancia. Nico me dió su campera al notar que temblaba, su abrigo era liviano, pero lo acepté porque el gesto es lo que importa. Además, peor sería nada. Hablé para romper el silencio.

—¿Por qué viniste hasta acá?—no le di tiempo a que me respondiese—igual lo más importante sería, ¿por qué no me dijiste para acompañarte?—cuestioné por segunda vez, ahora de forma indignada.

—Estabas con... ¿como se llamaba? empieza con A...—preguntó en voz alta como para si mismo, luego de pensarlo cinco segundos se rindió —bueno, con ese, y no quería molestarte. Solo vine a fumarme un porro—me mostró que entre sus dedos se encontraba una colilla.

—Estoy juntándome con él hace tres meses, ¿y no te acordas su nombre?—sabía que a Nicolas no le caía tan bien pero sinceramente, no sabía el porqué.

—Soy muy olvidadizo, me duele que no lo sepas—se llevó una mano a su corazón de modo exagerado. Sabía que estaba jodiendo.

—¡Sos un mentiroso! sos la persona con mejor memoria que conozco —ahora choqué mi puño levemente en su hombro —no se porque no te cae bien...—comenté de forma desilusionada, cambiando mi estado de humor. Yo quería que se lleven bien, los dos eran personas muy importantes para mi. Lo menos que deseaba era que estuviesen alejados, pero no veía la intención de Nicolas de cambiar esa postura.

—Si me cae bien, como persona y todo. Solamente que...—torció su cuerpo hacía para mi para quedar frente a frente. Se quedó en silencio para seguir hablando —No me convence para que este en una relación con vos, nada más—encogió los hombros y después retomó su postura tranquila.

—Nicolas, pero ni somos novios, ¿que te pasa?—no esperaba que respondiese mi pregunta retórica, por lo que seguí hablando hasta generar alguna respuesta o reacción de su parte—últimamente te noto raro, y me molesta que no me digas nada, solo haces eso, ¡desapareces de la nada como hiciste hoy en esta joda!—expresé furiosa. Nunca tuvimos una pelea, al menos no una en serio, pero debía decir algo para que cambie esa actitud.

—¿Sabes qué?—giró hacía mi— si, me fui porque me incomodaba estar ahí cuando estabas con él. Abrazándolo, comiéndotelo o cualquier cosa, no lo soporto—fue escupiendo sus palabras. Iba a interrumpirlo, pero estaba alterado, así que prosiguió—no se si el estar fumado influye con lo que te voy a por decir o solo es una excusa pero...—se puso rígido, me miró a los ojos y lo expulsó—estoy enamorado de vos.

𝐋𝐀 𝐒𝐂𝐀𝐋𝐎𝐍𝐄𝐓𝐀 ; 𝐨𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬  Where stories live. Discover now