Hagamos esto una última vez.

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Ok, hagamos esto... Una. Última. Vez...

Mi nombre es... o era Kakaroto. Soy un Saiyajin del Planeta Vegeta. Cuando nací e identificaron mi nivel de poder, mi gente me envió a un planeta remoto llamado Tierra, creyendo que yo podría eliminar las amenazas que llevaron este mundo al caos. Pero en su lugar... fui encontrado y adoptado por un anciano cruel. Que entrenó y torturó como su fuera un soldado. Aprendí que el más poderoso y temido, siempre será el que manda. Y desde entonces, llevé casi dos décadas de mi vida siendo el único y más malo de todos... Son Goku.

Seguro se saben el resto. Maté al par de ancianos que me entrenaron, maté a un raro de tres ojos, maté a un marciano azul, me enfrenté al hijo del marciano, derroqué a todas las super potencias del planeta, me enamoré, dejé embarazada a mi mujer, luego llegó a la Tierra un tipo que resultó ser mi hermano, y luego... Luego... ocurrió lo peor...

Milk... Mi esposa... Mi hijo por nacer... muertos... Y no pude hacer nada. ¡NADA! Y entonces despertó en mí un poder nacido de esa ira. Mi hermano y todos los malditos humanos que quedaban en la Tierra, pagaron el precio. Y aun así tengo un vacío desde entonces. Me di cuenta de algo: La felicidad no es algo que la vida no me permite, he sido títere de muchas personas, fui un juguete sin valor para el destino... Y decidí... que si yo no puedo encontrar la felicidad y la paz... ¡Entonces el universo tampoco lo haría! Tomé la nave de mi hermano, y viajé por este pútrido universo. Así comenzó mi reinado. ¡Mi reinado como el DESTRUCTOR DE MUNDOS!

Fui destruyendo a todos los que se me oponían, planetas y guerreros, incluso la gente de Namekusei... hasta mi propia raza... ¡Cayó ante mí! Mi poder crecía más y más... Ni el Rey Vegeta y el patético líder de esa tonta Federación Galáctica de Paz se salvaron. Hasta que solo quedaron dos. El primer Namekusei que conocí en la Tierra, Píkoro. Y el hijo del rey... Vegeta.

Luchamos por mucho tiempo, y aunque el príncipe obtuvo la misma transformación que yo, nunca pudieron detenerme. Los llevé al punto de la desesperación, y decidieron que si no podían derrotarme, podían librarse de mí de otra forma. Así crearon a Eco-G, una máquina de portales a otros universos. Traté de detenerlos, pero Vegeta me puso donde quería, fui expulsado de mi propio dominio. Cuando crucé el portal... fue ahí... donde lo conocí... Alguien que sería mi más grande rival en la vida... YO mismo.

El otro yo era diferente a mí en todo sentido. Era puro, amable, veía la Tierra como su hogar, era un héroe en lugar de un destructor. ¡No podía tolerar que hubiera alguien así con mi rostro!

Aunque yo le superaba en fuerza y poder, él persistió y era apoyado por sus compañeros, incluso el príncipe Vegeta y él pelearon codo con codo contra mí. Al final, por medio de una técnica que con la que recibía la energía de los seres vivos y de la naturaleza... me venció. ¡Fue la primera vez que fui derrotado de esta manera! Quedé en coma, sepultado bajo tierra por ese ataque... por más de 5 años.

Cuando desperté, me di cuenta que estaba herido como nunca antes estuve, y fui encontrado por un tipo de armadura dorada que me conocía. Me dijo que el otro yo había muerto después de que su hijo enfrentó a un androide, me ofreció ir al Otro Mundo, donde lo encontraría y me diría cómo ser invencible. No lo negué sin dudar, y aprendí un nuevo truco: La creación de una réplica mía hecha de sombras. Cuando fui al Otro Mundo de este universo, encontré a ese miserable y probé mi nueva técnica, observé cómo él había mejorado por en esos 5 años, ¡mientras que yo estaba enterrado en todo ese tiempo! En cuanto al tipo, ya no era de mi utilidad y me deshice de él. Tenía la oportunidad de vengarme, ¡por la humillación que ese Goku me hizo pasar!

Algo que aprendí en todas mis batallas, es que un Saiyajin se hace más fuerte cuando sobrevive de una pelea a muerte, y el daño que sufrí de aquel ataque gigantesco me hizo más fuerte, y descubrí que el Supersaiyajin podía evolucionar, ¡pero no era suficiente! Recordé en ese momento lo que el sujeto de la armadura me dijo. En el Otro Mundo, si alguien está muerto, su energía y fuerza son ilimitadas, y probé esa teoría. Solo yo mismo pude tomar mi propia vida, y sin el terreno de los vivos limitando, era invencible, pero quería más poder, y sobrepasé el límite de mi poder. Accedí al Supersaiyajin 3, ¡por fin mi gloria como el más fuerte regresó! Pero se me olvidó algo: Él es yo, y puede lograr lo mismo que yo, y volvimos a estar nivelados. Mi presencia en su universo y la colisión de nuestras fuerzas provocó un quiebre entre las barreras de la realidad, transportándonos de un universo a otro mientras peleábamos, pero me daba, ¡no me detendría hasta por fin ganar!

Evil Goku narra su vida (Estilo Spiderverse)Where stories live. Discover now