Capítulo 7 - Escuchando a mi corazón

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Antes de salir de la iglesia, nos dedicamos a preparar carteles y folletos para entregar y pegar por las calles.

Todos ayudamos para que quede perfecto, sobre cartulinas y madera fina escribimos frases como: " Ven a Jesús, el te hará feliz", "Ven a los brazos del Padre", "Te invito a la iglesia, Dios quiere cambiar tu vida", "No eres cualquier persona, eres un propósito de Dios". Frases como estás y muchos versículos.

Las pintamos, decoramos, y antes de salir a pegar y entregar los folletos, tomamos una pequeña pausa para ir a almorzar. Solo compramos lo básico como para comer un rico sandwich y gaseosa, ya que estábamos en la iglesia y no contábamos con mucha comodidad, solo con cubiertos y vasos.

Cómo la mesa que teníamos era pequeña y muy baja, colocamos una alfombra en el piso, la mesa en el medio y nos sentamos alrededor de ella.

Yo me senté al lado de Melany, ella era parte del grupo de alabanza, era cantante. Cabello hasta los hombros color negro, ojos cafés, bajita y de buena figura, muy hermosa.

Al ver que me senté al lado suyo me regaló una sonrisa y yo igualmente lo hice.

Suspiré, estaba algo agotada y hambrienta, deseaba comer tranquila para recobrar fuerzas.

Hasta que veo a Axel junto a Jeremy acercándose hacia nosotros.

~ Al lado mío no, al lado mío no.

Se acercó Jeremy hacia mi, pero Axel lo adelanto y se sentó al lado mío. Mi iluso corazón comenzó a latir fuertemente otra vez, y mi cuerpo reaccionaba nerviosamente ante su presencia. No entendía el porque me ponía tan nerviosa.

~ Contrólate Beatriz, ¡Disimula por lo menos!

Jeremy extendió la mano hacia la mesa y Leo, esposo de Sheila, lo detiene dándole un golpecito en la mano.

- Vamos a orar primero, Jeremy - indicó serio, el siempre fue una persona seria. Jeremy asintió.

- Oremos todos juntos - Dijo Sheila - Tomados de la mano - agregó

~ ¿¡¿Quéee?!?

Solté un grito interno y no podía disimular mi cara de asombro, tenía los ojos abiertos como platos. Todos ya estaban agarrándose de la mano y yo, estaba muy, muy nerviosa, casi temblando, no sabía que hacer, o que decir.

- No te voy a morder - me susurró Axel, mientras me ofrecía su mano.

Cómo era una persona fría, tenía miedo que no le guste la idea o que yo le desagrade, pero ya que me demostró no importarle, me sentí un poco más tranquila.

Tome su mano y el apretó mi mano suavemente, cerramos los ojos y empezamos a orar, siguiendo a Leo, que oraba y dirigía en voz alta, bendiciendo la comida.

La oración duro 30 segundo pero para mí fueron casi eternos.

Al terminar dijimos todos "Amén" e inmediatamente me solté de su agarre, me sentía muy nerviosa y tímida, creo que el lo notó también.

Comimos todo y Sheila y Leo nos dividió en grupo de 3 para agarrar más terreno y llegar a más gente.

Axel fue con los del grupo de alabanza, yo fui con los líderes y Melany.

Logramos recorrer hasta unas 8 cuadras, pegando y regalando folletos, algunos lo recibieron muy bien, hasta pedían que oremos por ellos, sin embargo otros nos recibían como mala gana o simplemente nos rechazaban, pero eso es normal en un evangelismo.

Además, mucha gente dijo que querían conocer la iglesia, así que anotamos su nombres para estar orando todos juntos por ellos para que Dios los quebrante y puedan llegar el domingo en la iglesia y así pueda manifestarse en ellos y hacer su obra.

Mi dulce PropósitoTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon