Parte 1: Una invitación de boda.

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"¿Acompañarte a una boda?"

"Sí, de mi tía."

"Uff, paso tío; suena a aburrimiento total. Además seguro que son todo ricachones repelentes."

"Lo son, por eso te necesito. Y estás olvidando algo, los ricos ponen mucha comida en sus bodas."

"¿Mucha comida? ¡Ah! Casi caigo en tu trampa, Kidou-kun."

"Por favor, Akio."

"No, y no creas que por llamarme Akio cambiaré de opinión. Dile a otro."

"Solo puedes ser tú."

"¿Sí? ¿Por qué? ¿Qué tengo yo que no tengan los demás?"

"Sarcasmo, mal humor, cinismo, desfachatez y una capacidad exorbitante para sacar de quicio a la gente."

"Menos mal que no eres mi representante legal."

"Venga, Akio. Lo pasaremos bien, te lo prometo."

"Eso es una promesa vacía ¿Me puedes decir la maldita razón por la que tengo que ser yo?"

Fudou, un chico de cabello castaño peinado en mohicano y ojos verdes mar de largas pestañas y mirada afilada, estaba recostado encima del regazo de Kidou, otro muchacho de aspecto más formal y más corpulento con el pelo de color canela recogido en rastas y el peor gusto del mundo para los complementos, con un mando de consola en las manos porque hasta hacía nada estaban jugando a Crash Team Racing.

Por la ventana del dormitorio donde jugaban se veía un par de palomas pelearse entre ellas en un árbol cercano. Kidou suspiró y se frotó la cabeza, llegaba la parte complicada de la explicación. Cogió aire y decidió soltarlo a bocajarro.

"Quiero que finjas ser mi novio."
Fudou dio un salto y se sentó a su lado con los ojos como los de un juguete de goma al que estuvieran apretando con demasiada fuerza. Sus orejas se acaban de poner tan rojas que podrían parecer una fruta madura.

"¿Quieres que finja ser tu novio?" preguntó con tanto estupor que por un momento se olvidó del sarcasmo con el que solía hablar.

"Sí."

"Debe caerte realmente mal tu tía..." suspiró Fudou frotándose la nuca aún sin reponerse de aquello.

Kidou sonrió maliciosamente, con aquella sonrisa que a Fudou secretamente le fascinaba y que le hacía sentirse como un parvulito ante su primer día de clases.

"No te lo puedes llegar ni a imaginar."

Fudou se mantuvo en silencio unos instantes, recapacitando toda aquella locura, de repente sus ojos destellaron con aquel brillo de cretino y una sonrisa petulante apareció en sus labios.

"Sabes, Kidou-kun. Si es todo una estratagema para salir conmigo sería más fácil si simplemente declaras tu amor por mí."

Kidou resopló de mala manera.

"No seas imbécil, Fudou."

"¿Oh? Ahora soy Fudou de nuevo."

"Mira, mi tía me ha dicho que podía llevar pareja porque cree que soy un friki asocial sin posibilidades de enamorar a alguien. Quiero restregarle por su cara de besugo que sí que tengo pareja, aunque no sea verdad. Solo por fastidiarla. Además es una mujer impertinente y ultraconservadora, ¿quién mejor que tú para acompañarme?"

"¿Sabes, Kidou-kun? Quizá si dejaras de llevar esas estúpidas gafas y la capa de Superman podrías ligar de verdad."

"No. Si alguien se enamora de mí algún día tiene que enamorarse de mi yo verdadero."

Boda por todo lo alto [KidouxFudou]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora