๑˙• 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟓 .˙⊹

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𝐌𝐈𝐄𝐃𝐎
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Una de las épocas más odiadas y temidas de los adolescentes era... Los exámenes, así es amigo, los exámenes te chupaban la vida, succionaban tu tiempo y te robaban la libertad. Llegó una semana horrible en la que Aether no se pudo permitir el lujo de salir de su casa para estar con sus amigos o con Scara.

El cansancio mental y físico que se generaba lentamente en el pobre joven era inhumano, llegaba a tal punto que no conseguía conciliar el sueño y fue tan preocupante que comenzó a tomar infusiones para descansar, esperando que eso hiciera algún tipo de efecto.

Había pasado semanas estudiando, buscando información en la wikipedia o en libros de la Biblioteca que le proporcionaba su madre, tuvo una cuarentena insoportable por los malditos estudios. Tenía proyectos, trabajos, exposiciones y exámenes pendientes para la siguiente semana, todos amontonados axfisiando a su pobre cerebro que solo pedía un descanso de 8 horas diarias.

Tan concentrado estaba que no se percató de que alguien más había entrado a su habitación, tocándole así el hombro para llamar su atención, aunque en realidad, solo le proporcionó un susto que casi lo hace saltar de su mesa de estudio.

— Lo siento cariño, ¿estas bien? — Era su madre, estaba preocupada y quería saber cómo estaba su pequeño niño. — Lo siento mamá, estoy tan estresado que no pensé en mi alrededor. — Dijó el menor mirando a otro lado de su habitación, sintiendo como su madre lo miraba por la preocupación.

— Lo sabíamos, por eso hemos venido a por ti. — Una voz calmada se escuchó en la entrada de aquella habitación maloliente y desordenada. — Tíoooo... ¿Cuando pensabas ducharte? Joder... — Dijó su acompañante.

No lo dudó ni un segundo, eran sus queridos amigos, se volteó a verlos sonriendo. — Chicos estais- ah... — Se detuvo en seco al verlos agarrados de la mano, lo cual lo hizo sentirse incómodo y tambien celoso. — aquí... — Terminó su frase observandolos de pies a cabeza, nuevamente la alegría se disipó y el agotamiento regresó.

— Los dejo a solas chicos. — La mayor se marchó, regresando con su amada y con la más pequeña de la casa. — ¿Cuando pensabas escribirnos? — Preguntó el albino, mirando al menor un poco enfadado. — Ustedes.... ¿Cuando pensaban decirme que estaban saliendo? — Mencionó sin pensarlo, fue tan repentino que ambos chicos se miraron y luego bajaron al mismo tiempo su mirada hasta encontrarse con sus manos unidas, aquella acción solo molesto más al rubio, que en regañadientes trataba de calmarse.

— ¿En serio pensaste que éramos novios? — Dijo el albino. — ¿incluso después de decirte que me gusta Heizou y de que tuvimos sexo en el baño del instituto? — Fue tan directo que el contrario solo lo miró con puro asco. — Eres un maricón de mierda, ¿sabes? — Suspiró el contrario y levanto la mano provocando que su acompañante hiciera lo mismo con quejas de por medio. — Xiao nos gastó una broma y ahora estamos pegados. — Dijo el ojiazul, desviando su mirada a otro lado mientras sentía vergüenza de caer en aquella tonta broma de su rival.

— ¿Enserio? — Preguntó con más ánimo, a lo que el albino no pasó por alto el momento para molestar a su amigo y tomó la mejilla del contrario con la única mano desocupada que tenía. — ¡Te mentí! — Rápidamente beso al contrario en los labios, aquel besó duro unos instantes pero para el rubio fueron minutos. Se enfureció tanto que empujó al contrario tirandolos a ambos al suelo provocando que este cayera encima de su amigo. Eso solo emperó las cosas pues el beso se hizo más largo y al tener una mano ocupada le era difícil levantarse.

Al final la broma le salió carita y encima no solo molesto al rubio, sino también al ojiazul que se notaba que por dentro se estaba muriendo de asco. — ¡¿EN SERIO LO VAS A SEGUIR BESANDO?! — Gritó agarrando fuertemente de los brazos de este logrando separarlos del pegamento que los tenía unidos.

Este solamente tosió, se había quedado sin respiración después de eso, obviamente su amigo no lo estaba morreando, únicamente tenían sus labios unidos y más bien se sentía como si se hubiera chocado con el vidrio de un coche. — ¿Estas bien Scara? — Le preguntó el rubio, el contrario solo asintió y se incorporó. — ¿¡Pero que te pasa imbécil!? — Gritó con fuerza mirando al albino, estaba realmente enojado con él y quería darle una paliza.

— Oye calmate, yo se que no pedí permiso, pero mira el lado bueno, hemos confirmado que Aether es gay. — Aunque estaba enojado, no pudo evitar reírse mientras el rubio sentía como su cara se inchaba por la vergüenza, la ira y los nervios.

Se apartó de ellos saliendo de la habitación y dejandolos solos. — Oh vaya, no esperaba eso de él. — Continuó con sus burlas mirando al contrario reírse como tonto. — No deberías de reír tanto si la broma es contigo. — Dijó maliciosamente observando como este lo miraba confundido hasta que comprendió. — No me jodas. — Su cara cambio totalmente a una de preocupación. El albino solamente explotó de la risa al ver su expresión facial cambiar tan rápidamente.

— Ahora mismo vuelvo. — Salió rápidamente de la habitación en busca del rubio. Este se encontraba en la cocina, hablando con sus dos madres sobre algo que el contrario no entendía muy bien. Se ocultó en silencio para escuchar la conversación.

— Es normal que lo sientas cariño, mirame a mi, también dudaba de ello y ahora estoy con tu preciosa madre. — Dijó sonriendo y acariciando el rostro de Lisa, podía sentir como esta se coloraba con el contacto y los halagos frente a su hijo, lucían como un par de adolescentes enamoradas.

— Pero... ¿Y si no corresponde, y si a él le gusta las mujeres? quizás ni siquiera soy su tipo... — Sus ojos se abrieron como platos, no podía creer lo que escuchaba, todo lo que dijo confirmó sus sospechas y entonces, comenzó a sentir un mareo y unas náuseas por los nervios, decidió regresar a la habitación viendo como su amigo lo observaba con un rostro de "Te lo dije" que tanto odiaba.

— Kazu, no me encuentro bien, vámonos por favor. — El albino se preocupó por esto asintiendo un poco desanimado. — Lo siento Scara, no quería provocar problemas entre ustedes. — El contrario solo se encogió de hombros y lo acompañó a la salida.

— Aether lo siento, tenemos que irnos ya, ha sido divertido, por favor escríbenos. — Dijo casi gritando el albino, desapareciendo junto al ojiazul por el marco de la puerta. El contrario solamente los miró irse desanimandose.

— No importa... — Se apartó de sus madres y volvió a su fría habitación teniendo la sensación de que esta era más pequeña de lo que recordaba. Sus madres solamente suspiraron y lo dejaron ir, dejando que tuviera un momento a solas para poder procesar todo lo que ocurrió.
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Holaaaaaa, lo siento mucho si me demoré, pasaron muchas cosas esta semana.

Estuve ocupada con tareas y un examen que tuve que estudiar, además de que estuve muy ocupada por la llegada de mi nueva mascota a casa.

Esta vez les traigo un capítulo cortito, ojalá les haya gustado y les deseo un buen día/tarde/noche.

Gracias!!! ❤

𝑳𝒂 𝒃𝒂𝒏𝒅𝒂 𝑨𝒏𝒆𝒎𝒐 [ᴀᴇꜱᴄᴀʀᴀ] 𝐀𝐍𝐄𝐌𝐎 𝐁𝐎𝐘𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora