4. Curruca de números

147 16 1
                                    

Otra mañana amanecía en el nuevo Tokio, la ciudad seguía callada, al fin estaba dormida, el ruido y la gente estaban perdida.

Aiko estaba despierta, haciendo el desayuno con Saori, platicando sobre sus trabajos anteriores y el esfuerzo que realizaban.

Los hombres seguían hablando de su fe en la playa, y mi ser seguía en la "cama", observando cada una de las personas habitando en la misma estancia.

-Despertaste - reaccionó Aiko de forma alegré

Todos voltearon la mirada a mí y al sillón en el que estaba, el reloj había parado y todos seguían con sus actividades.

Me puse de pie y me acerqué al desayuno. Los demás siguieron mis pasos, y en la comida Daikichi era el único que hablaba. Todos asentían con la cabeza, él seguía con el tema de la playa.

-Kyoko, antes de irme -hizo una pausa y volvió a hablar con el bocado en la boca-¿Podrías limpiarme? Dijiste que era diario

Asentí con la cabeza y él sonrió. La comida siguió y todos se miraban unos a otros, riendo y admirando el momento.

El desayuno había terminado y Aiko se acercó a mí, susurrando tan lento hablo en mi odio

-Tenemos que alejarnos de aquí

La única oración que dijo en toda la mañana, esas 5 palabras me habían puesto la piel china, un escalofrío había sentido en mi espalda y un suspiro en mi oído.

-Estoy aquí -comento Daikichi

Asustando por completo mis pensamientos, haciéndome pensar en el averno vació, mi corazón latió tan rápido, que en mi mente imaginaba como explotaba una y otra vez, de diferentes posiciones y ángulos. Daikichi solo estaba ahí, mirándome con una sonrisa de oreja a oreja

Y una vez más se recostó, alzó su playera, mostrando su torso descubierto, una vez más, puse mi mano helada en su herida, movimiento mi dedo índice tan lento, su mirada de ojos cafés estaba posada en mi cabello oscuro

-Haces cosquillas - comentó Daikichi con una sonrisa coqueta

Mis ojos voltearon a su rostro, y el gesto de incomodidad no evite realizarlo, el de nuevo soltó una sonrisa, viendo mis manos, la cual seguía posando en su herida, mis nervios me consumían todo este tiempo, la intriga de la salida me hacía imaginar millones de escenarios, una y otra vez.

La mente juega con la realidad en todas las posiciones, cuando no sabes a donde mirar, solo te quedas contigo.

-Termine -comente poniendo de pie y retirándome lo más rápido

-Daikichi bajo su respiración y jalo mi muñeca antes de irme- Gracias Kyoko, eres la mejor doctora que he conocido

-Nunca me gradué- Conteste jalando mi brazo de su muñeca

Su mirada se oscureció por un momento, y sonrió en pena, la atmósfera estaba vacía, y los dos estábamos mirándonos uno a otro, la soledad me abordo una vez más, Aiko estaba ocupada, y los demás de la habitación no eran cercanos para pasar tiempo con ellos, me resigné a sentarme con el hombre de playera naranja.

El lugar se oscurecía y la revista vencida estaba aburrida, Karube solo veía el techo mientras seguía acostado en el sillón de frente.

-¿No te agrado? -Pregunto Daikichi volteando a ver

El silencio fue la solución en un momento, pero la paciencia me estaba colmando, realmente no sabía que pensar, o que hacer, mi propio yo estaba entrando en duda.

-Me agradas- Le respondí bajando la revista

-Y ¿Por qué no me miras? -Pregunto sentándose

-Porque no tengo porque-

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 22, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

this is how I feel - Alice In Bordeland Donde viven las historias. Descúbrelo ahora