Untitled Part 14

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Anna sabe que ha bebido demasiado cuando se da cuenta que, al girar su cabeza a la izquierda, su mirada sufre un extraño retraso antes de enfocarse donde su cabeza gira, y al girar a la derecha, sufre el mismo efecto. Es como ir en cámara lenta. Pero a ella también les recuerda a los videojuegos en línea, aquellos donde sufre de una mala conexión a internet y su personaje sufre las consecuencias, con un retraso de acción. Oh las escenas de las películas de guerra cuando el personaje está aturdido a causa de una explosión.

Anna tiene muchas formas de ofrecer una pequeña semejanza a lo que ahora siente.

Anna no ha bebido antes. Al menos ella no ha bebido. Su cuerpo está acostumbrado a la bebida suave del té. Algo de lo que siempre se burló Kristoff, mencionando que ella era una persona típica de Londres, firme a beber el té.

No era su culpa, el té era una buena bebida para tomar fría y caliente –ella prefiere caliente- el café siempre dejó un mal sabor de boca para ella, y nunca encontró el punto medio entre dulce y agrio. Ella no sabía preparar un café en realidad. Y cuando se acercó a las cafeterías, las mesclas entre todos los cafés, resultaban como conjuros para una extraña invocación. Se avergonzaba cada vez que intentó comprar uno, siempre hacia esperar demasiado a la fila detrás de ella, y la chica detrás del mostrador terminaba exasperada. Por lo tanto, dejó de intentar comprar un café.

Anna empujó el resto de su cerveza sobre la barra, alejándola de sus manos. Lanzándole una mirada con recelo por causar los extraños efectos en su cuerpo. Las entrañas parecen estar flotando en cerveza. Con la persistente amargura y el fuerte sabor a alcohol en su lengua. Es como si ella hubiera bebido directamente de la botella de alcohol que guarda en su baño.

Siente la necesidad de eructar. Y cuando lo hace detrás de su puño de la manera más discreta que puede, el aroma a cerveza emana de su boca y solo trae la etapa dos. Sensación de vomitar.

"C-creo que eso es suficiente" Murmuró, notando la pesadez de su lengua y el extraño sonido que hacen sus palabras al salir de su boca adormecida. Arrastrando más de lo necesario las palabras.

"Está bien." Hans asintió, retirando la botella de cerveza, dejando a cambio un vaso de agua fresca. Anna lo aceptó, murmurando un "gracias" en el borde del cristal. Bebió el resto del agua, sintiendo como descendía por su garganta y se mesclaba con el mar de licor en su estómago.

"Quieres que llame a alguien?" Elsa se acercó a ella, una distancia prudente entre ambas, con una sonrisa amable y compresiva mientras la miraba a ella y su torpe cuerpo tambalearse ligeramente de atrás hacia adelante, casi como si la brisa empujara su cuerpo.

"No. Gracias. Puedo llegar a casa." Anna bajó del banquillo, deslizando el dinero sobre la barra. Enderezó la postura, suspirando profundamente por su nariz y dejarlo escapar por su boca. "L-lo siento" Se disculpó, avergonzada cuando sopló directamente en el rostro preocupado de Elsa.

"No te preocupes, te sorprendería la cantidad de veces que esto ha sucedido" Su comentario no hizo lo suficiente para tranquilizar a la pelirroja. No era bueno dar esta primera impresión, cierto?

Oh espera... esta es la segunda.

Pero esta tampoco debe contar, cierto?

Quizás la tercera se convierta en la primera, y solo entonces, Anna de una buena tercera-primera impresión.

Elsa se ofrece a llevarla a la puerta del bar, mientras Hans agita su mano desde la barra, deseando un buen viaje seguro y esperando que regrese otra vez.

"Estas segura de que puedes llegar a casa? Es tarde ahora" Insistió Elsa, las manos detrás de la espalda en una posición relajada mientras caminaba junto a Anna. Ella asintió, tragando pesado con una mueca desagradable al sentir el sabor en su lengua.

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