Capítulo 3

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Si quería encontrar a Pato, tenía que apurarme.

Pedaleé lo más rápido que pude. Con suerte no me caí. Mi corazón estaba demasiado acelerado.

Me bajé de la bicicleta tan rápido, que probablemente se derrumbo en el césped.

Toqué desesperadamente la puerta que estaba frente a mí. Con suerte él estaría ahí... pero borracho.

Al no obtener respuesta, estaba a punto de rendirme, pero la puerta fue abierta.

—¿Sí? —vi a un chico de cabello gris pintando.

Era Zion. El mejor amigo de Pato.

—¿Pato está aquí? —mi voz sonó más desesperada de lo necesario.

Las pupilas de sus ojos oscuros estaban demasiado grandes. Estaba drogado.

Arrugó la nariz.

Dudaba que pudiera entenderme en ese estado.

Se escuchaban ruidos que provenían de adentro, como si hubieran montado una fiesta.

No esperé una invitación por su parte y lo hice a un lado para entrar.

Y ahí estaba Pato. Bebiéndose diez shots de corrido.

No me lo pensé y corrí hacia él.

Un corito le gritaba "fondo" repetidas veces.

—Aquí se acaba la diversión —le quité el último shot de los dedos.

—¿Ah? —fue lo único que pudo articular.

No me sorprendía que llevara una hora tomando.

—Nos vamos de aquí, Pato —era una orden—. No me voy a quedar a ver como destrozas tu noche en esta mierda.

—Pues esta mierda lo hace feliz —un chico que jamás había visto me respondió.

—No estoy hablando contigo —traté de ignorarlo.

—¿Quién te crees que eres para llevártelo? ¿Su mamá? —se rio ante lo último.

—Tengo más derecho que tú. Soy su hermana.

Después de decir eso, todo el lugar se quedó en silencio.

Salí con mi hermano de esas casa.

Si mamá lo veía así, lo iba a matar.

Me subí a la bici y como pude lo subí atrás, en el diablo de la bicicleta.

Como pude llegué a una tienda de café y dejé a Pato en una de las mesas mientras iba por dos cafés.

Cuando volví él estaba dormitando.

—No se supone que deberías de haberte salido de casa —lo regañé al tomar asiento.

—Tampoco se suponía que debías de ir por mí —cogió de mala gana el café.

—Sin problema, te puedo regresar a esa fiesta y dejar que mamá te regañe —bebí un sorbo de café.

—¿Mamá sabe que estaba con Zion? —parece que estaba más preocupado por su amigo que por sí mismo.

—Probablemente no —miré hacia afuera por el cristal—. Pero, ¿qué importa? Seguro que sospecha que no dormirás en casa.

—Es lo más probable —se limitó a responder, cabizbajo.

—Me voy a casa, nos vemos luego —me paré del asiento.

—Pensé que ibas a llevarme arrastrado después de sacarme de esa fiesta —casi lo oí reír.

—No es realmente mi problema. Si quieres volver a esa fiesta, hazlo, no intentaré detenerte. Buenas noches, Pato.

No esperé a que respondiera y salí del lugar.

No iba a lidiar con eso esa noche. Tenía muchas cosas para hacer el fin de semana.

—Espera, espera —me detuvo en cuando me subí a la bici.

—¿Qué?

—¿Cómo crees que vas a regresar sola a casa a esta hora?

—No es como que no pueda cuidarme sola —me limité a responder mientras me encogía de hombros.

—Si no fueras mi hermana, diría que me estas evitando —rio.

—En realidad, mañana tengo que estudiar mucho para los exámenes de la próxima semana. Y también tengo que pedirle a mamá y papá permiso para irme de vacaciones con Jacob apenas empiecen. No es como que quiera perder el tiempo en convencerte en algo que no quieres —moví mi bici para poder irme.

—Me haces sentir como una carga —fingió estar dolido.

—¿Y qué te hace pensar que no lo eres? —me burlé.

—¡Oye! —me regañó—. Más respeto para tu hermano mayor.

—Lo que digas. Nos vemos mañana —con eso me despedí de él, dejándolo ahí afuera del lugar, mientras yo regresaba a casa.

Cuando llegué a casa todas las luces estaban apagadas, a excepción se las de afuera.

Me fui directo a la cocina y cuando me terminé mi café, me bebí un vaso de agua.

No me lo pensé y me fui a dormir.

*

—...entonces, ¿puedo ir? Jacob trabajo duro por ese viaje. Él me invitó mamá... —le acababa de contar a mamá sobre el viaje de Jacob.

—Por supuesto que sí, pero no hagan algo... ejem.. inapropiado, cariño —casi se ahogaba al decirlo.

—¡Claro que no, mamá!

¡¿Cómo podría si quiera pensar en eso?!

—También te quería avisar que hoy vendrá Alli. Vamos a estudiar para los exámenes de semana próxima —le informé mientras iba a mi habitación a acomodar todos los libros y llevaba botana para que no fuera tan pesado solo estudiar.

Estudiar no era una de mis cosas favoritas, era demasiado estresante. Estudiar un tema o una materia era bueno, pero cuando tenías que hacerlo para dos totalmente opuestas era malo. Y peor aún si los profesores no explicaban lo suficientemente bien el tema.

Durante toda la semana próxima, como cada semana de exámenes, los profesores aprovechaban cualquier oportunidad para incluir nuevos temas para el examen, los días antes de sus exámenes, por eso seguido los estudiantes se quejaban de sus horarios.

Este era el penúltimo semestre. El semestre próximo sería nuestro último semestre de la preparatoria. Estaba emocionada por terminar el año, pero nerviosa por empezar de nuevo otra escuela, pero sin Alli, ni Jacob.

Quité ese pensamiento de mi cabeza y una vez que todo estuvo listo, me puse a leer un libro en lo que Alli llegaba.

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⏰ Cập nhật Lần cuối: Jan 19, 2023 ⏰

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¿Qué le pasó a Allison?Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ