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Eran cerca de las doce de la noche. Khloe se había encerrado en su habitación, con los audífonos puestos mientras se reproducía "Jump Then Fall" de Taylor Swift, su cantante favorita. Estaba terminando de organizar los materiales y útiles que necesitaría al día siguiente para el primer día de clases.
No lo estaba haciendo con el mejor humor del mundo. Odiaba la escuela, consumía toda su energía y prefería pasar la noche del domingo de cualquier otra forma que no sea preparando útiles escolares.
Cuando terminó de guardar sus libretas en su mochila, se quitó los audífonos y se levantó del escritorio para dirigirse a la cama, a sabiendas de que al día siguiente debería levantarse temprano, a diferencia de sus vacaciones, donde el horario más temprano en el que se despertaba eran las 3 de la tarde.
Se tiró boca arriba, mirando el techo en silencio y con pesar. Hasta hace un tiempo atrás, a Khloe de hecho le gustaba ir a la escuela, tenía muchos amigos y eso lo hacía soportable. Pero se había vuelto muy antisocial en los últimos meses después de que toda la escuela comenzara a decirle cosas horribles, así que solo se limitaba a conversar con su círculo cerrado, el cual consistía en dos personas. No necesitaba más que eso.
Dejó su celular en la mesa de luz y se dió la vuelta, cerrando los ojos e intentando dormir. Pero el universo tenía sus planes.
El vibrar insoportable de si celular comenzó a sonar y un quejido salió de su boca mientras otra vez volvía a recogerlo, frunciendo el ceño con confusión cuando vió el nombre de su mejor amigo en pantalla.
── Stiles, sabes que te quiero, pero son las doce de la noche.
Incluso si no podía verlo, sabía que él le rodó los ojos.
── Asomate por la ventana ── pidió él, ignorando su queja.
Suspiró pesadamente mientras se levantaba a regañadientes de la cama para ir a la ventana de su cuarto. Abrió las cortinas y desde ahí pudo divisar la figura de su amigo, de pie a un lado de su jeep.
── ¿Que haces aquí? ── preguntó confundida ── Stiles, si mi papá llega y te ve...
── Tranquila, todos los oficiales están ocupados ahora mismo ── le restó importancia y ella suspiró aliviada.
Stiles era perfectamente consciente de que el padre de Khloe era un poco ─muy─ estricto con ella. No iría a verla a esa hora de la noche si supiera que su papá lo vería y seguramente la regañaría por nada, como casi siempre.
── Escuchame bien, Khloe, esto te va a encantar ── anunció otra vez, y desde la ventana del segundo piso pudo ver su expresión emocionada ── Puede que, tal vez, haya escuchado uno de los llamados de mi padre. Y puede que, tal vez, me haya enterado de lo más extraordinario que le ha pasado a este pueblo desde hace años.
