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Alya y yo por fin entramos a la oficina de ese hombre. Esquivamos fácilmente a los guardias personales de André ya que ellos se quedaban afuera. Aún así era bastante a considerar si quería regresar con Marinette.

—Señorita Cesaire. Que gusto tenerla de visita ¿Qué se le ofrece?

En cualquier momento el caos comenzaría. Sentía el corazón en la boca.

—Claro, André Bourgeois; traigo un mensaje para usted.

—Es de tu prometida.— complementó Chloe con suma seriedad.

—¿Ah sí? Mi niña siempre tan detallista.— Me dio asco el sólo escucharlo hablar.

—Te equivocas, Chloe, el mensaje no es de ella.— A penas Chloe había regresado a verla para cuestionarle, cuando dos balas directas al corazón ya se habían incrustado en su padre. No hubo duda, no hubo titubeo.

Chloe soltó un grito tan rápido como los guardias entraron a la habitación.

—Señorita Bourgeois, aga-

Dos balas, una para cada uno, se le clavaron a penas hicieron presencia. Alya no era normal, este nunca fue un plan precipitado, Alya llevaba tiempo haciendo este plan y yo fui su peón.

Siempre quiso matar a André. No planeaba permitírmelo.

Tomé por el cuello a la Bourgeois y la apegue a mí. Apunté a la cabeza de la rubia que estaba temblando de pavor.

—No me mates, por favor.— suplicó.

—¿Qué haces, Graham?— Alya había investigado de mí. Sabía la vieja gloria de mi familia. Ahora esa mujer que tenía frente mío era una nube oscura, imposible de ver a través de ella.

—La quieres a ella ¿No? A alguien le debes sacar los secretos de los Bourgeois, y ya que mataste a ese bastardo...— Señalé con la mirada al cadáver de André.— ...creó que sólo te queda a ella. — Sentía la ira nacer desde mi estómago.— Y yo a ella la aborrezco tanto como no tienes idea. — Relamí mis labios y miré a la mujer que nos apuntaba con un arma.— Me vas a decir quién eres, y qué es lo que en realidad querías de todo esto.

Sus deseos son mis órdenes // FelinetteWhere stories live. Discover now