𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐎𝟓: 𝐂𝐨𝐧𝐨𝐜𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐥𝐨𝐬 𝐚𝐥𝐫𝐞𝐝𝐞𝐝𝐨𝐫𝐞𝐬

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▭𝅼▬࣪▭𝅼▬ׄ▭ ꒰🌼꒱ ▭𝅼▬࣪▭𝅼▬ׄ▭𝅼

En sus sueños, en los más profundos donde no era una pequeña hada como normalmente soñaba, en aquellos que lo hacían recrear el pasado se vio a sí mismo frente al espejo de una tienda en específico, pasando prenda por prenda para decidir cuál se le veía mejor, aunque sabía que de todas formas no llevaría nada por su vergonzosa paga, incluso la señorita de la tienda lo veía con pena, afortunadamente no lo sacaba.

Ese pasado ahora lo veía con ojos soñadores aplaudiendo desde atrás mientras sacaba de su guardarropa (cortesía de la señora Rebecca) prendas Celine, Gucci y Chanel, marcas carísimas que solamente en sus fantasías usaría, inevitablemente su sonrisa se expandió, esos detalles que se quería dar como recompensa, con ese dinero que se iba para el apartamento, su comida y transporte diario.

Aún sumergido entre sus pensamientos de felicidad, combinando y eligiendo entre sus prendas, el toque de la puerta parecía lejano, inexistente, hasta que aumentaron la fuerza asustando de sobremanera al pobre ojiazul que se colocaba un chaleco color mostaza.

ㅡSr. Tomlinson, el desayuno ya está en la mesa ㅡanunció la anciana.

ㅡGracias, deme un momento y enseguida bajo ㅡpasando un cepillo por su cabello mojado de manera rápida fue hasta la puerta, pasando por la vacía habitación de Harry.

El rizado se iba temprano a la empresa donde empleaba, aunque no sabía exactamente qué era lo que hacía, él como un (indefinidamente) desempleado, no podía hacer más que quedarse en esa casa y ayudar a la anciana, antes ya tenía pensado que podría salir y conseguir un empleo, pero a esas alturas su curriculum, documentos e identificación eran otros, estaban alterados.

Al principio había sido difícil que la mujer lo aceptara porque para ella el gran Louis Tomlinson jamás se acercaría a ayudarle a sus empleados o la cocina misma, vaya fama.

Sus pies estaban abrigados por unas pantuflas que hacían un gracioso sonido de puff al caminar. Al bajar, la mesa de seis personas estaba repleta de comida hasta la mitad, toda para el deleite de Louis, tal vez no debería pero amaba ese caprichito que Harry le había consentido.

"Puedes comer lo que quieras"

¡Amaba la comida casera! Tenía tiempo de no probarla, la de microondas comenzaba a darle náuseas.

ㅡAhh, pero que delicia, cada día me sorprende más señora Rebecca.

ㅡAún no me acostumbro a sus halagos Sr. Tomlinson, aún así los aprecio, tenga un buen provecho.

El ojiazul asiente con sus mejillas ya llenas de arroz, sus pupilas dilatadas, a los ojos de la anciana lucía cómo un pequeño niño siendo consentido por su abuela.

Ella negó antes de retirarse a la cocina.

Una vez terminó recogió cada plato, llevándolo al fregadero para lavarlos él mismo, sintiendo la mirada de la anciana que seguía viéndolo de manera extraña, pero no le importaba, era feliz sabiendo que ayuda en vez de sentirse amarrado a la habitación.

Había pasado una semana, era increíble.

Mientras secaba el último plato, el teléfono de línea sonó, yendo la señora directamente a contestar.

ㅡResidencia Styles Tomlinson.

Louis no le prestó atención, enfocado en quitar una manchita que había pasado desapercibida.

ㅡSr. Tomlinson, el Sr. Styles quiere hablar con usted ㅡel mencionado alzó la ceja en confusión.

Dejando finalmente el plato en su lugar se dirigió fuera de la cocina hasta llegar a la mesita donde estaba el teléfono.

𝐘𝐨𝐮𝐧𝐢𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞 [𝐋.𝐒]Where stories live. Discover now