Capítulo 12 - Tu corazón

17 8 4
                                    

Sofía Clark

Dolores fuertes en mi cabeza y cuerpo entero, los sentí tan reales como para morir ahí mismo, despierto y ya era de mañana, lo que paso fue un sueño, de esos que los sientes tan reales que sientes que te comen vivo. Hasta que antes de salir note que mi cabello estaba más largo, sé que me crece rápido, en menos de un año, pero esto no se explica, creí que era la mente mia, hasta que Elliot lo menciona hace un momento sin yo haberlo mencionado antes.

—Llegamos, aquí vivo, ya te puedes ir. —dije sin titubear, no quería estar otro minuto a su lado, me incomodaba, no de la forma en que lo odie, si no, es que no encuentro explicación a lo que me está pasando, y no quiero incomodarlo a él.

—Que linda casa tienes…

—No tienes que ser tan educado Elliot, estamos pintándola, nos quedamos a la mitad por falta de pintura, por eso está así —la casa estaba un desastre pronto la terminaríamos de pintar de blanco hueso de nuevo y un azul rey que envejece—, aun así no quita que hay plantas alrededor muy bonitas.

Empiezan a caer pequeñas gotas de lluvia.

—Creo que debes irte, antes que…

Llueva más fuerte, entramos a la casa, parece que esta lluvia será para todo lo que queda de la madrugada. No puedo mandarlo así a su casa, por más que intente alejarme no puedo.

—Creo que es mejor quedarme Sofía. —en un tono cansado, yo también lo estaba. —Si no es molestia claro.

— ¿En dónde dormirás?

—En la cama del perro. —lo decía en forma burlona, esto no es gracioso para mi es algo serio saber en dónde dormirá.

¿En la cama del perro? De que está hablando este tipo, no tenemos perros aquí.

— ¿Qué?

—Me refiero en el suelo Sofía, no tengo problema en donde sea, con tal de no mojarme y enfermarme. Y también porque quiero estar más tiempo contigo, como amigos, claro.

—No. Dormirás conmigo, es decir, en mi cama, yo dormiré en la de mi hermana—decida a que sería un buen plan sin fallas. Entramos a la casa para luego entrar a la habitación solo una simple cortina era lo que nos separa de lo demás, no contamos con mucha privacidad aquí, acomode un poco  mi cama. Esta tal cual como la deje, bien acomodada.

—Siento que eres lo único real en mi vida. —de pronto hablo Elliot. Presionado ligeramente mí brazo.

— ¿Qué hay de tu madre? Ella es real, tu padre también, no tiene sentido lo que dices—. Fue lo único que se me ocurrió decir.

—Ella, ella...ella—. Iba a romper en llanto, era claro que lloraría.

— ¿Qué paso con ella? —no entendía nada de lo que estaba pasando, ya me estaba haciendo una idea.

—Ella me presiona para ser el mejor en todo, en todo Sofía. Tanto que a veces ni puedo conmigo mismo, tengo un pasado que a veces llega en las noches a atormentarme,  siento mucha presión de su parte…

Vuelve a apretar mi brazo al punto de empezar a lastimarme. No estoy acostumbrada al contacto físico. Ha pasado mucho desde que di un abrazo de verdad. ¿Qué estoy diciendo? El último fue hace unos minutos.

—Elliot me estas lastimando—. Me atreví a decir por fin.

—Perdón. Lo siento mucho…

Mi única reacción fue darle un beso en la frente, quiero que sepa que puede contar conmigo. Es el único amigo que tengo, con la única persona que me estoy abriendo al momento de hablar por fin. Jamás había desarrollado este tipo de amistad con alguien, hablábamos de muchas cosas, nos divertíamos mucho juntos. Aun así hay una parte de mí que duda, siempre tengo una duda constante sobre las personas que me rodean.

Mientras vemos las Estrellas © Libro 02 - Terminada ✔Where stories live. Discover now