5-¿Hacemos un trato o no?

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Oh.no

Debía llevarle la cena a Sofía.

No quería hacerlo, no quería encontrarme de nuevo con Harper. No entendía la razón de no querer encontrarme cara a cara con él.

Respondí el mensaje que me había enviado anteriormente Sofí

Beth: Vale, te la dejaré con el portero.

Sofí: ¡No!, Hoy me toca trabajar en el almacén. Pides permiso en la entrada y dices que traes mi cena.

Mierda.

Beth: ¿La reina quiere algo más?

Sofí: Un rico jugo, gracias.

Sonreí ligeramente.

Decidí prepararle la cena a Sofí, ya que es mi amiga y siempre ha estado para mí.

Al salir de mi habitación me encontré con mi madre y Robert
No les dije absolutamente nada y me fui hacia la cocina.
Comencé a preparar unas ricas albóndigas.
En ese preciso momento escucho pasos acercarse.

Por suerte para mí, solo era Stev.
Que normalmente siempre venía a cotillear mientras yo cocinaba.

—Hola—saludó mientras tomaba una manzana.

—¿Qué tal todo?—pregunté mientras continuaba preparando la cena.

—Todo bien.

Nadie dijo nada por unos segundos hasta qué...

—Beth, no pienses que lo acepte.

Sabía perfectamente que se refería a Robert, pero aún quería asegurarme de que hablaba de él.

—¿A quién?—pregunté fingiendo no saber nada.

—A Robert.

—Stev queramos o no, ese es el novio de mamá.

—¡No!—dijo inmediatamente.

Le di la espalda a Stev y comencé a preparar el jugo de fresa, ya que es el favorito de Sofí.

Steven iba a retirarse de la cocina, pero antes de que pudiera hacerlo lo detuve.
Necesitaba pedirle un favor.

Cómo siempre.

—¿Puedes llevarme al supermercado?

—Beth compramos todo hace un par de días¿Qué otra cosa necesitas?

—Mtch, necesito llevarle la cena a Sofía, hoy tiene el turno nocturno.

—Lo hubieras dicho antes, me iré a cambiar.

Me quedé algo fuera de lugar por la actitud de Steven.

Termine de cocinar y guarde toda la comida que había preparado en una lonchera.
Fui a mi habitación a buscar un abrigo y un gorro, últimamente por las noches estaba haciendo muchísimo frío.

—¿Lista?—me pregunto Stev.

Asentí y caminamos hacia la puerta para salir de casa.
Pero la voz de mi madre nos detuvo enseguida.

—¿A dónde van?

—Saldremos un rato—respondió Stev.

—¿A dónde?—preguntó mi madre.

—Le llevaré la cena a Sofí, eso es todo.

—Hablando de Sofí, ¿Por cuánto tiempo se quedará?

—¿Por qué la pregunta mamá?

—Cariño, es por el dinero. Sabes muy bien que no alcanza.

—Pues claro y ahora mucho menos.

Todo se quedó en silencio porque ya ambos sabían que estaba hablando de la presencia de Robert.

Solo tú lo sabesWhere stories live. Discover now