26.

283 46 62
                                    

Yunho frota sus ojos después de apagar la alarma y levantarse completamente. Mira a su lado para agarrar el teléfono revisando algunos mensajes que ya le comenzaban a llegar aún cuando recién iba empezando el día. Pero lo que más le llama la atención es que ya contaba con uno de quién lo tenía dando vueltas y vueltas.

Choi Jongho.
Espero que tengas un lindo día, como tú. Te tengo una sorpresa, así que está muy atento a tu empresa
7:05 a.m

Tras leer esto, el corazón del rubio comienza a bombear con más fuerza mientras se frota la frente desesperado. Jongho ni siquiera le decía la gran cosa cuando conversaban por mensaje, pero lograba ponerle de tal forma los nervios de punta que ya ni siquiera sabe qué significa eso. Cada día su confusión está más arraigada dentro de si, sumándole todos los problemas con Mingi y el estrés de su trabajo, siente que en cualquier momento va a terminar en un hospital psiquiátrico.

Se queda observando un punto fijo en la pared divagando en su mente, últimamente eso es lo único que ha hecho en esas dos semanas y es lo que más le molesta. Claramente no es tonto como para desconocer que su relación está yendo a un punto que no le gusta y no saber cómo sentirse al respecto lo hace el doble de molesto para él, la situación es difícil y no cree estar listo para poder afrontar lo que sea que se venga encima. Además de eso, seguir pensando en él lo confunde más, tener presente a alguien tanto tiempo no es normal.

Opta por dejar su cómoda cama para arreglarse, poder desayunar e irse. Durante todo ese proceso no ha parado de darle vuelta a todos sus asuntos, pero por más que lo haga, no encuentra una solución que sea viable.

—No puedo con tanto— suspira recostandose en la encimera buscando algo de paz.

Termina su comida para así darse una última mirada al espejo y salir directo al auto con rumbo a su sede. Ese día tenía una reunión bastante importante, así que debía estar concentrado al cien por ciento en eso, aunque sería algo complicado lidiar con todo y como para terminar con la cereza del pastel, había estado recibiendo algunas llamadas de su madre que siendo sincero, no quería contestar hasta estar en un mejor estado.

Estuvo perdido en su mente en todo el transcurso a su edificio, por lo tanto, cuando quiso darse cuenta ya se encontraba justo en frente entrando al estacionamiento y seguido de esto, caminando hasta arriba encontrándose con todo el agetreo como de costumbre.

En primera instancia se adentra a su oficina después de obtener todo lo que tiene para ese día. Seguido de esto, organiza algunos papeles y repasa detalladamente la presentación para la reunión teniendo en claro todos los temas que se estarían tratando con respecto a los negocios que hay por delante. Por último, recibe la llamada de Mingi diciendo que en un rato más estaría con ellos puesto que él y San también estarían presentes porque el negocio involucra de igual forma a Industrias Song.

Luego de estar encerrado por un buen rato, sale para buscar unas carpetas que necesita y observa como viene Wooyoung en dirección a él con su característica sonrisa e inigualable ánimo que irradia alegría por todas partes.

—Hola, amor mío. Aunque bueno, estoy considerando en que ya no lo seas porque nunca me comentas nada— reprocha cambiando de ánimo.

—¿Comentarte qué?— pregunta sin entender.

—¡Pues que venía! Eres un pésimo amigo— dice y el rubio queda de igual forma.

—¿Que venía quién? No estoy entendiendo— responde confundido.

Pero antes de que Jung pudiera contestar, las puertas del ascensor se abren dejando ver a Jongho junto a dos de sus empleados yendo hasta ellos con su inigualable aire de seguridad.

Bitter Sweet (Minjoong)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora