Mi Doctor Es Un Prodigio [#PGP2023] PAUSADA

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Volvimos al apartamento y luego de molestarme tanto con Diosito le pedí perdón. Después de todo pasó lo que quería. Ja, toma esa Evans.

—Ve a tomarte una ducha. Te daré algo de ropa.

Asiento apenada.

—Oye—le llamo y se voltea a mirarme mientras veo cono quita su abrigo—Sobre lo que escuchaste, o sea no quería maldecir a nadie. En realidad espero que tus hijos sean sanos...

¿Qué rayos estoy diciendo? Qué vergüenza joder.

—Está bien. No importa de todas maneras, no me gustan los niños. Me falta mucho para poder pensar tan siquiera en eso.

—Si, bueno—digo temblando y él se cruza de brazos—¿Qué?—mi corazón palpita tan rápido al ver esos ojos.

—Ve al baño, ya conoces el camino.

—Ah, si.

***

Al salir de la ducha vestí una bata baño. No le veo pero de repente pasa por mi lado. Y asustada me cubro, aunque ya estoy más que cubierta. Le veo poner una jarra en la mesita de noche.

—Cuando termines de cambiarte bebe esto, no puedes resfriarte—asiento ante su orden y él solo me mira, ladea su cabeza un poco sonriendo y cruzando sus brazos—¿Estás nerviosa Sky?

Niego con la cabeza mirando al suelo para que no vea cómo me sonrojo por su causa.

—¿Entonces por qué te sonrojas?—dice parado justo en frente de mi y miro su mano tomando mi barbilla para alzar mi cabeza, miro sus ojos—Vaya, sí estás roja como un tomate. Justo aquí—con sus dos manos toca mis mejillas.

Puedo ver sus pupilas dilatadas y sus labios son...perfectos.

—Bueno, ¿ahora no vas a hacer nada que este dentro de tus planes?

—Yo...yo...

—¿Ahora tartamudeas?

Siento el toque de su dedo pulgar en mi labio inferior separandolos entre sí.

—¿Quieres hacerme algo?—pregunta poniendo su otra mano en mi cintura apegandome a él—¿Quieres besarme? Sky—trago grueso, sonoro y me tiene derretida sin darse cuenta—O...prefieres acostarme en esa cama, subir sobre mi y ya sabes lo que sigue—abro mis ojos mirando la cama a nuestro lado y luego a él, quien comienza a reír y se aleja retrocediendo un paso. Quedó boquiabierta con su reacción tan drástica.

—¿Acabas de jugar conmigo justo ahora?—me siento tonta, le veo dirigirse a la puerta y se detiene.

—Oh, ¿eso hice?—esa pregunta no sonó para nada inocente—Sky, en serio...Nada bueno resultará de eso—dice y luego se va cerrando la puerta.

Caigo sentada en la cama y me dejó caer acostándome, siento que mi corazón late demasiado rápido, me tiemblan los pies, quiero gritar pero no creo que deba...también en mi entrepiernas creo que estoy...ay qué suerte tiene esa Kathya de tenerlo en las noches.

—Joder, la envidio—chillo y doy vueltas de un lado a otro como si fuera un rodillo.

***

Salí con un pulober blanco que me quedaba holgado, un boxer que parecía más bien un short.

—Oye ¿por qué me has dado un boxer? La ropa íntima no se...