El Esposo De Moonbin - Binwoo

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- Vaya, un lonche muy extravagante- mencionó MoonBin al ver una lata de leche condensada en su lonchera - Eres muy distraido osito de miel

- Moon, ya es tu hora de salida, ¿Te quedarás aquí o irás a la fiesta? - hablo su compañero ya dentro de la oficina El alfa escondió su lonchera

-¿Moon? Soy tu jefe, Seungkwan

- Solo responde

- Si Iré a la fiesta, es mi fiesta, yo la organice. De hecho ya se la hace tarde para ir a recojer a mi esposo - dijo mirando su reloj

Seungkwan frunció su ceño - ¿Tu esposo va ir?

- Sí, ¿Algún problema? - cuestionó de manera agresiva mientras empezaba a guardar sus cosas

- No me lo tomes a mal, pero a dónde va tu esposo siempre hay un desastre o más...

- Desastres que yo puedo arreglar sin ningún problema - Intervino - No me importa si un día mi esposo incendia una tienda por accidente o si rompe mil cosas, todo lo que haga yo lo voy arreglar, es por eso que me he matado trabajando.

Seungkwan tragó saliva - Lo veré en la fiesta, adiós, jefe...- sin más que decir salió de la oficina a pasos apresurados

- Idiota - tomó su abrigo favorito y salió de su oficina - Jisoo, no dejes entrar nadie a mi oficina, dile al guardia que cierra con llave, cualquier papel importante que lo pasen por debajo de la puerta. Adiós

-¡Hasta pronto, Señor Moon!- hizo un leve reverencia - Tan rudo que se ve y trae una lonchera de ositos - murmuró al ver dicha lonchera que era cargada por su jefe.

MoonBin subió a su camioneta, dejando en los asientos de atrás su abrigo junto con la lonchera. Puso en marcha el automóvil y manejó hasta su hogar donde lo esperaba su tierno omega.

-¿Cómo me veo? ¿Lindo? - interrogó el omega dando vueltas para que su alfa puidera apreciar su atuendo

- Luces tan precioso como siempre, dios que bueno que te compre ese pantalón - mencionó colocando sus manos en la cintura del castaño - Acentúa tu cintura y te hace ver jodidamente hermoso, que afortunado soy

DongMin soltó una suave carcajada - Este pantalón me lo regalaste el día de mi cumpleaños, Binnie

- Todos me van a envidiar, no cualquier alfa puede estar con un omega cómo tú - sujeto la mano del castaño - ¿Nos vamos?

El omega asintió con una sonrisa - Oh, mi bolso, espera - corrió hasta la cama matrimonial, agarro su bolso y se colgó la cadena por el hombro - Ahora si, vamos

El matrimonio salió de su hogar con una gran sonrisa, subieron al carro dónde su chófer los esperaba.