Día cuatro: Fetiche de San Valentín.

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14 de febrero de 1997, otro San Valentín, había pasado un año desde que Draco había intentado inflar globos –Granger tuvo la amabilidad de corregirle entre risas–, para su novio como un presente muggle que sabía le iba a calentar el corazón. Y Blaise pudo cuestionar sus métodos, marcas rojas en rostro y manos, pero nunca sus resultados.

Así que allí estaba de nuevo, en la Torre de Astronomía, decenas de pequeñas velas flotaban a su al rededor, compitiendo con el brillo de las estrellas del cielo nocturno. Habían globos dorados y plateados repartidos por toda el aula, la mejor amiga de su novio le había ayudado, porque necesitaban un tipo de gas para flotar como él había querido.

Muchas mantas y cojines formaban un cómodo círculo con vista al vacío, el bosque espeso y la luna brillante; tenía todo tipo de comidas, desde frutas frescas, quesos exóticos, carnes frías y postres dulces, todo lo que su ángel disfrutaba.

Draco quería que esa noche fuera especial, única.

Después de la declaración de Harry en el almuerzo, el Príncipe de Slytherin había sido blanco de todo tipo de comentarios. Sus amigos, dándole consejos para hacerlo bien y placentero, Granger con charlas de sexo seguro, los Weasley, todos los Weasley, amenazándolo para que no tocara a su hermanito; incluso, un incidente terminó en hechizos cuando un desagradable Ravenclaw ofreció su ayuda.

Harry se disculpó con él, en nombre de sus mejores amigos y la familia pelirroja; también le siguió semanas de mutismo e inseguridad del pequeño de ojos verdes al hablar, le había dicho que había sido imprudente, impulsivo y que entendía que había violado su privacidad, la de él y la de ellos como una pareja.

Aunque al principio, estuvo totalmente de acuerdo y le reprendió nuevamente; su corazón se apretaba al ver a su ángel mirar a todas partes asegurándose de que no había nadie cerca, aún así, pedirle permiso para hablarle y encogerse esperando su reacción, como si cada mínima acción estuviera mal hecha o dicha, con un miedo constante y lacerante en los ojos verdes.

Algo se había apagado en Harry y él quería recuperarlo.

La puerta se abrió, Draco tuvo un Déjà Vu con la situación; su niño avanzó hacia él, con los ojos brillantes y sonrisa amplia, maravillado con las velas flotantes y los globos de helio.

El rubio abrió los brazos y Harry corrió la distancia que los separaba, siendo alzado para dar un par de vueltas, riendo como un niño. Un beso los unió; como en aquella playa, el pelinegro rodeó la cintura de su novio con las piernas sintiendo el fuerte agarre en los muslos.

La pasión se desbordó y aunque así no era el orden en el que había planeado las cosas, Draco se encontró recostando el cuerpo de su pareja en los cojines mientras marcaba la piel de sus clavículas con besos y mordidas.

Sabía que debían hablar primero, aclarar las cosas pero cuando Harry pronunció su nombre en un gemido Draco no pudo frenarse, amó su piel, besó cada lunar y peca, apretó los muslos anchos y tomó lugar entre sus piernas.

Harry parecía descontrolado, jadeaba y raspaba con sus uñas cortas la tela de su camisa; dejó marcas rojizas cuando las prendas de ambos desaparecieron y mordió con fuerza su hombro cuando por fin entró en su estrechez.

Draco respiró pesadamente en su oído, todos los músculos en tensión tratando de quedarse quieto y, después de que le indicara que podía moverse, todo fue desenfreno, embestidas duras y sonidos obscenos.

El rubio maniobró su cuerpo a su antojo, empujando más y más profundo, posicionándolo boca abajo en los cojines mientras lo llevaba al clímax. Y, en la inconsciencia de su tercer orgasmo, por fin su novio se corrió en su interior, marcandolo como suyo, en cuerpo y alma.

Ese día fue maravilloso, durmieron abrazados, arropados por la magia misma y la luz de la luna.

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¿Y qué les pareció?

Por supuesto, las acciones de Harry no son con malas intenciones pero también repercuten de formas que tal vez no queremos.

¿Y qué tal Draco? Él también está aprendiendo a amar y cuidar lo que ama.

Gracias por leer.

💚

Nimiedades que calientan el corazón.Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ