𓏲 Capítulo 8

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Mina toma aire mientras camina hasta la sala, con una alegre Haewon detrás de ella, y Chaeyoung, quien sonríe tranquila como si aquella situación fuera de lo más normal.

Mina mentiría si dijera que no estaba completamente de los nervios por su presencia. Pero fingir que todo iba bien era una de sus muchas cualidades.

— Chaeyoung, hola.— Nayeon saluda desde el sofá, acompañada de las demás niñas que se encuentran a su lado.

— ¡Entrenadora Chaeyoung!— Jisung exclama con alegría, sus ojos brillando con ilusión al verla

— Hola pequeño Han — la mayor sonríe con cariño.

Es entonces que Haewon corre hasta el sofá, subiéndose encima de su tía Nayeon para seguidamente abrazarla con fuerza.

— ¿Has visto Nayeon? La entrenadora Chae ha venido a mi cumpleaños.— Anuncia con emoción y orgullo, haciendo que Chaeyoung sienta cierto calor en el pecho. Es cuanto menos, una sensación reconfortante.

— Sí, amor — le sonríe, acariciando su mejilla.

Mina mira la escena con una sonrisa, mientras Haewon pone la película de Tiana y el sapo en el televisor. Intenta apartar los pensamientos negativos, aquellos que le piden a gritos que se esconda porque en cualquier momento Chaeyoung podría confrontarla por lo sucedido la última vez que se vieron.

— Iré a preparar un poco de té.— Avisa Mina, finalmente rindiéndose. Y Nayeon asiente sin apartar la mirada del televisor.

Supone que la cocina era un buen escondite. Así que entra en su gran cocina y mientras busca la tetera en los armarios, piensa en que excusa poner para quedarse allí hasta que Chaeyoung se vaya.

— ¿Te importa que te haga compañía? — La voz de Chaeyoung se hace presente en la cocina, sobresaltando a Mina que casi tira la tetera al suelo.

Quizás no. Quizás necesitaba un mejor escondite.

— No — carraspea, intentado aparentar lo más normal posible—. Adelante.

Chaeyoung entra en la cocina, cerrando la puerta detrás de ella, haciendo que que el cuerpo entero de Mina se tense. En un intento de distraerse de su presencia, pone el agua a hervir.

— Espero que no haya sido una sorpresa que haya aparecido — Chaeyoung dice, rompiendo el silencio. Mientras Mina se propone no mirarla—. Haewon me dijo que estabas de acuerdo con que viniera cuando me dio la invitación.

Mina se muerde el labio, y no entiende en que momento Haewon se ha vuelto tan descarada. Sabía que su pequeña sólo quería ayudar, pero no puede evitar sentir molestia. No quería acercarse a Chaeyoung, porque sabía que no podría controlar a su desesperado corazón.

Y no podía permitirse tenerlo roto, no lo soportaría.

— No te preocupes.—Evita el tema, fingiendo una sonrisa.

Se quedan en silencio una vez más, y Mina dirige su mirada al suelo porque no se atreve a mirar a la rubia a los ojos. Pero Chaeyoung la mira, con aquella mirada que decía más que las palabras.

Mina se veía tan extrañamente bien en aquel cardigan, con su cabello recogido en un pequeño moño y unos pantalones deportivos grises llenos de manchas de harina.

Era tan hogareña, Chaeyoung tan solo quería abrazarla y enterrar su nariz en el hueco de su cuello. Quería ayudarla a hacer el té y verla ponerse así de nerviosa con tan solo su presencia.

❝ ¡Entrenadora Chae! ❞ || MichaengWhere stories live. Discover now