Capítulo 10. Canción final

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El cielo seguía siendo tan blanco y sublime como la última vez que estuvo allí, aunque no hubiese pasado más que medio año desde hacía esa vez

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El cielo seguía siendo tan blanco y sublime como la última vez que estuvo allí, aunque no hubiese pasado más que medio año desde hacía esa vez.

Para Baekhyun, su lugar de nacimiento era el hogar más precioso que pudiese existir. Claro que eso había cambiado luego de conocer la tierra y deslumbrarse con todo lo que allí habitaba, sobre todo con cierto humano que le aceleraba el corazón de tan solo verlo.

Fue llamando tan repentinamente que ni siquiera pudo despedirse de sus conocidos en la tierra, aunque claro, nada podía haberles dicho sobre el lugar al que iba a ir, ya probablemente todo se hubiese vuelto más confuso, por lo que decidió partir en secreto en cuanto se encontró solo. Al llegar, lo habían estado esperando dos arcángeles que recordaba de forma vaga haber visto alguna vez. Realmente no tenía mucha relación con estos, ya que pertenecían a una jerarquía distinta y en su mayoría se encontraban constantemente en la tierra. Baekhyun recordaba haber sentido envidia de ellos por esa misma razón, por lo que de inmediato había tenido que ir a expiar ese mal sentimiento y prometerse a sí mismo no volver a hacerlo. En su defensa, él tan solo deseaba ir a la tierra con la misma facilidad que los arcángeles y visitar a su hermano tanto como fuese posible.

Desde que su hermano se había marchado del reino de los cielos desde hacia casi cinco años, Baekhyun tan solo tenía permitido verlo a través de las fuentes cristalinas del jardín de almas, visualizando breves espejismos de su hermano y su vida en la tierra. Pero eso no era suficiente para él, e incluso sus progenitores lo sabían. Luhan y él habían sido sumamente unidos desde que tenía memoria, por lo que no dudó al tomar la primera oportunidad que se le presentó.

Los arcángeles esperaban de pie junto a las puertas del palacio principal, para luego flanquearlo a través de los impolutos pasillos de piedra blanca. Recorrieron las edificaciones y jardines internos en total silencio y con rostros impasibles que no sentaban ninguna emoción, hasta llegar al salón principal donde más arcángeles custodiaban la entrada. Las puertas fueron abiertas por los ángeles guardianes, y Baekhyun entró con uno a cada lado, dándose cuenta de que dentro se hallaban varios serafines aglomerados esperándolo justo al centro de la habitación. Los serafines eran increíblemente altos y sus vestiduras doradas relucientes no hacían sino más que destacar su poder. Sumándole al hecho de que sus rostros no eran visibles.

—Querubín Baekhyun —lo nombró uno de los serafines, con su voz majestuosa resonando como un eco cuando hubo llegado frente a ellos.

—Serafín —respondió Baekhyun colocándose de rodillas en señal de respeto.

Se levantó de nuevo sintiéndose cohibido ante los pares de ojos examinadores sobre él. Tal vez los serafines pertenecieran a su misma jerarquía y fuesen los ángeles con quien mayor contacto hubiese tenido, pero aún así, estos seguían siendo totalmente diferentes al resto, con un aire de superioridad que probablemente se debiese a su alto cargo, con el que eran capaces incluso de dictar órdenes a otros ángeles de la misma jerarquía como él. Baekhyun temió por un momento haber hecho enfadar gravemente a los serafines, nunca había visto a alguno estando enojado y seguía prefiriendo no hacerlo.

Canción de un ángel ♪Chanbaek♪Where stories live. Discover now