Crazy Over You | Sahyo

40

Felix leía atentamente los mensajes de su hermano hacia un número que él no conocía, en los mensajes decía el paradero de Somi y de una tal Jihyo.

Se sentía triste sí, pero la realidad de que había sido utilizado para la satisfacción de una idiota como Somi, lo hacía sentir enojado con la Alfa y con él mismo.

Ahora por culpa indirecta de él y de su hermano, una Omega estaba secuestrada en la cabaña de su familia, y por su parte él estaba dispuesto a tomar venganza por el mal rato que le hizo pasar, entonces, se dirigió a la oficina vacía de su padre, abrió el cajón de su escritorio y sacó un arma supuestamente escondida, para posteriormente tomar las llaves de su auto, y tomar camino hacia la dichosa cabaña.

[ . . . ]

Por otro lado, dos alfas y una Omega estaban en hacia la dirección que les había sido proporcionada.

Ya en el lugar, se bajaron del auto observando la gran cabaña que estaba frente a ellas, donde supuestamente se encontraba su amiga y la idiota de su ex novia.

Sana leyó de nuevo el mensaje del desconocido y tomó la llave que estaba debajo del tapete de la entrada. Abrió con cuidado la puerta, con Mina y Chaeyoung detrás, al entrar todo estaba en silencio, no parecía haber nadie ahí.

—¿Segura que es aquí? —pronunció con temor la Omega.

—Que sí, algo me dice que está aquí.—dijo con seguridad Sana.—es más deberíamos separarnos, ustedes dos revisen aquí abajo, yo voy para el piso de arriba.—dijo, causando que Mina y Chaeyoung la miren con inseguridad.

—No creo que esté bien separarnos, y menos que alguna se quede sola, no seas idiota, ¿que no has visto las películas?, siempre muere la que se queda sola, y serás medio tarada pero eres mi mejor amiga.—dijo con una pequeña sonrisa Mina, para seguido ir todas juntas a revisar el piso de arriba.

Habían recorrido cada habitación y de nuevo, no encontraron rastro de la Omega, ni siquiera el distintivo olor a nuez y caramelo que tanto la distingue, lo único que encontraron fue una cama destendida, como si alguien hubiera dormido ahí, añadiendo un olor amargo a limón, que claramente era de Somi, por lo que las posibilidades de que Jihyo estuviera en la cabaña eran realmente altas.

Dispuestas a seguir buscando, escucharon un ruido en el piso de abajo, así que rápidamente bajaron las escaleras, encontrándose con la imagen de la espalda de Somi, que al parecer estaba cocinando.

La Alfa al sentir presencias a sus espaldas, se giró encontrándose con las tres personas que menos esperaba ver en esos momentos.

—Oh no esperaba visitas, por favor siéntense. —dijo con la sonrisa más falsa que puede existir, haciendo enojar a todas las presentes.

—Jodete, ¿dónde está Jihyo? —dijo Sana, tomando el cuello de la camisa a Somi, que sólo se dispuso a soltar una carcajada.

—Bueno pero hay que calmarnos un poco, ¿no, Minatozaki?, ¿qué te hace creer que yo tengo a Jihyo?—dijo con sarcasmo.

—Déjate de estupideces, dime, ¿dónde la tienes?

—Ya te dije que n-

Somi iba a seguir negándose, pero el ruido de un auto estacionándose afuera la hizo detenerse y voltear preocupada hacia la puerta que en estos momentos se encontraba siendo abierta, mostrando la imagen de Felix.

—ERES UNA IDIOTA. —dijo el Omega sacando un arma, asustando a todos los presentes.

—Felix, baja eso, todo tiene una explicación.—dijo la Alfa que seguía siendo agarrada del cuello por Sana.

—Jodete, me las vas a pagar. —dijo con rabia contenida.—Tú, suéltala. —habló nuevamente dirigiéndose a Sana esta vez.

—No hasta que me diga dónde está mi Omega.

—Somi dile, si no quieres que te vaya peor. —dijo el Omega con lágrimas en los ojos pero sin dejar de apuntar el arma hacia la Alfa.

—En el s-sótano. —dijo para inmediatamente ser soltada. Para luego intentar escapar pero otra vez alguien hizo acto de presencia.

—Tú no vas a ningún lado. —dijo Minho que había seguido a Felix al ver que este iba manejando solo en ese estado.

[ . . . ]

Sana, Mina y Chaeyoung estaban tratando de abrir la puerta del sótano, cuando por fin lograron entrar, lo primero que vieron fue la imagen de Jihyo, amarrada de la muñecas y aparentemente inconsciente.

Sana fue la primera en acercarse y empezó a desatar las cuerdas en sus muñecas, un disparo en el piso de arriba las distrajo, pero la Alfa seguía en lo suyo.

—Hyo, despierta. —pronunció Sana, sacudiéndola levemente para intentar despertarla, pero al ver que eso no iba a pasar, la tomó y la cargó estilo nupcial para salir de ahí de una vez por todas.

Al llegar al piso de arriba se encontraron con Somi inconsciente en el piso y a Felix llorando en los brazos de un Alfa que no sabían que estaba ahí.

—Yo me encargo, ustedes váyanse tranquilas, ya llamé a la policía. —dijo el Alfa desconocido con una sonrisa que transmitía demasiada confianza.

Haciendo caso, se dirigieron al vehículo en el que habían venido para dirigirse rápidamente la hospital, Sana se sentó en el asiento trasero con Jihyo aún en sus brazos, todavía intentando despertarla.

—Corazón, despierta, por favor.

Y en una de esas, la Omega comenzó a removerse con incomodidad, para finalmente abrir los ojos y encontrarse con la mirada preocupada de Sana.

—¿Sanita?

—Sí, corazón, aquí estoy. —dijo para abrazarla con una sonrisa en sus labios.

Al separarse un poco, ambas se quedaron mirando fijamente, hasta que la Alfa decidió tomar iniciativa, acercándose levemente para unir sus labios en un ansiado beso, que sí para las demás había sido completamente normal por su supuesto noviazgo, para ellas se había sentido como el mismísimo cielo por haber unido sus labios por primera vez.