Diego estaba frustrado por qué no pudo ver a Matías y no sabía nada de él. Matías por su parte también estaba desesperado, no quería que Diego pensara que ya no quería ayudarlo. Al salir del orfanato estaba más de acuerdo en ayudar a sus hermanos, aunque Sofia dijo que estaban bien, la realidad era que no lo estaban. Fernando también notó que los niños no estaban bien alimentados, estaban más delgados y eso lo desesperaba demasiado, no podía permitir que los niños volvieran a estar desnutridos.
-Papá-dijo Mariana- ¿cómo está Diego? - preguntó un poco preocupada.
-Bien hija-dijo viéndola por el espejo retrovisor.
Fernando mintió para no preocupar a su esposa. Él siendo pediatra quería que el embarazo de su esposa fuera lo más tranquilo posible y que ella no estuviera estresada por nada, pero era claro que eso no podía ser del todo cierto. Matías quería gritar que no era cierto, pero pudo controlarse.
-Matías-dijo Fernando serio viéndolo por el espejo-espéranos en el despacho, por favor.
Matías dijo que si con su cabeza. Sabía que estaba metido en problemas, pero era algo que no le importaba mucho. Se bajó del auto y se fue al despacho de sus padres. Sorpresivamente estaba tranquilo, ya que era muy consciente de lo que estaba haciendo. Paola y Fernando no entendían que era lo que le pasaba a su hijo y estaban decididos a averiguarlo. Los tres bajaron del auto. Mariana se fue a su cuarto y el matrimonio al despacho.
-Hijo-dijo Paola-¿qué te pasa? - preguntó preocupada.
Se sentaron en el sillón quedando frente a Matías.
-No me pasa nada mamá-dijo tranquilo.
-No mientas Matías-lo regaño Fernando-hoy firmamos un reporte tuyo, cuando sabes muy bien que el celular lo tienes que tener en silencio.
Paola puso su mano derecha en la pierna izquierda de su esposo, pues este se estaba alterando.
-Se me olvido papá-dijo desesperado-no le veo ningún problema-Matías quería quitarle importancia a lo que estaba pasando.
-Ese no es el problema hijo-dijo Paola tranquila-entendemos que se te pudo a ver olvidado, pero últimamente has estado muy raro y estamos preocupados, queremos saber qué te pasa y ayudarte.
-Ya lo dije mamá-se desesperó-no tengo nada, es una tontería lo del celular.
Fernando estaba dolido, pues pensó que su hijo le tenía confianza.
-Si me van a castigar díganmelo de una vez, tengo mucha tarea-dijo fastidiado.
-Por supuesto que vas a estar castigado-dijo Fernando enojado-vete a tu cuarto, ya que hable con tu madre, voy a hablar contigo.
Fernando y Paola no lo iban a castigar, pero su actitud no ayudó en nada. Matías se fue a su cuarto, pero no haría su tarea, tenía que hablar con Diego a como diera lugar.
-Mariana-dijo Matías tocando la puerta del cuarto de su hermana-¿puedo pasar?
-Si-dijo Mariana.
Matías entró.
-¿Me puedes prestar tu celular?, por favor, necesito mandarle un mensaje a Arturo-le sonrío tímido.
-Mati-le dijo con cariño-¿qué te pasa? -le preguntó preocupada-y a mí no me digas que nada ¿o no me tienes confianza?
-No es eso-se sentó en la cama junto a ella.
-Entonces dime que te pasa, te prometo que no se lo diré a mis papas.
-Está bien-dijo resignado-pero antes de decirte necesito preguntarle a la persona que está involucrada te lo diré si me dan permiso.
Matías no iba a traicionar a Diego.
