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Gavi no tenía idea razonable de lo que estaba haciendo, tenía el regalo recién conseguido de forma imprevista en el bolsillo.

No fue hasta el día de hoy que recordó las fechas cuando su hermana le preguntó que le habia comprado a Pedri para su cumpleaños.

Gavi se maldijo a sí mismo por ser tan despistado; podría echarle la culpa a Pedri y a su imagen estúpidamente atractiva se repitiese constantemente en cerebro que le hacia olvidar otras cosas acerca de Pedri.
Como si eso tuviese sentido. Se lamento nuevamente.

Fue tan poca la decepción de Aurora al ver la cara de sorpresa de su mentecato hermano menor que esto decepcionó aún más al joven nacido en Sevilla.

"porque no me sorprende que lo hayas olvidado estando todo el día parloteando de Pedri, no tienes solución" agregó Aurora con la sonrisa burlona que podría compararse a la de Ansu cuando le pitan alguna infracción no merecida.

...
Pará gracia de Gavi las cosas con Pedri iban en buen camino, después de tomar una siesta ese día en el lugar de Pedri y poco despues escuchar la convocatoria de Luis Enrique juntos, evitó lo que más temía y era que Pedri lo castigará con el silencio de la indiferencia e incomodidad.

No estuvo más equivocado respecto a eso y es que el recuerdo estaba aún muy presente cuando despertó sin abrir sus ojos, sintiendo como Pedri jugaba con el cordón de su sudadera. Entreabio apenas uno de sus ojos viendo la atención que tenía el canario sobre su supuesto rostro dormido.

No pudo evitar sonreír al darse cuenta que era observado detenidamente por el chico que tenía su alma encadenada.

Susurro un timido "Hola" y sintio el fresco aliento de Pedri sobre su rostro al responderle de la misma forma. Abrió ambos párpados lentamente y estiró uno de sus brazos por encíma de su cabeza para prestarle toda la atención que merecía rozandole suavemente su divertiva oreja.

Sus grandes ojos cafés con el tenue oscurecimiento alrededor de ellos por un mal sueño, en realidad en este punto no sabía si era por falta de ello o una característica genética particular propia de Pedri. Miro posteriormente sus cejas curiosas, el cabello castaño oscuro ligeramente ondulado que cubría parte de su frente y la tenue barba recién afeitada que llegaba hasta esos dulces labios rojisos.

Si como hace poco pensó antes de caer en el sueño, era ridículo pensar lo mismo una y otra vez... Podia jurar que nunca se cansaría de observarlo detenidamente.

Y que no hubiera dado para tener la libertad de pasar sus labios por todo el rostro de Pedri.

"eres tan atractivo" susurro e inmediatamente Pedri oculto el rostro con un ligero tinte rojiso cubrir sus mejillas.

Tanto tiempo espero, tantos halagos reprimidos y ahora tenía la libertad para decirlos.

Esa siesta fue su punto de quiebre, en esos pocos días que tuvieron libres se miraban a cada momento. Cada sonrisa cruzada por alguna acción tonta del otro, cada vez que le abría la puerta al canario, las veces que Pedri le cócinaba o la última vez que Gavi tuvo la necesidad imperiosa de cocinarle algo también como medio de retribución.

Lo único que logro fue quemar la sarten de Pedri y un intento de tortilla tostada y olor a quemado.

No falta decir que Pedri no probó bocado alguno pero al menos Gavi consiguió la risa estruendosa y el posterior consuelo de Pedri por haber fallado miserablemente.

Pero el nunca confesara que estuvo encantado de fallar y recibir mimos mientras fingía sollozar en el regazo de Pedri.

Cada momento podria ser el último y Gavi estába decidido a aprovecharlo al máximo. Y es así que contaba a su hermana esos días lo feliz que era y lo maravilloso que era Pedri.

Cánticos Silenciosos.(Gadri) Where stories live. Discover now