He tenido decenas de apodos con el pasar de los años, Topo, Mirón, Pasante, Lechuza, Rapaz. Todos ellos los usaba para cubrir mi verdadera identidad, la identidad del Soplón.
Durante años me encargué de vender armas, medicinas, intercambiar informac...
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Después de aquel grito, sentí una fuerte cachetada cuando apenas estaba recuperando la conciencia, esa no era mi forma favorita de despertar pero sí que servía.
- ¡Hey! ¿Qué te pasa? – grité viendo a la chica frente a mí.
- ¡Toma tus cosas! ¡Nos tenemos que ir! –
De pronto recordé lo que había pasado, nos habían emboscado unos cazadores y me había desmayado por un momento al haber chocado la camioneta en que viajábamos.
Tomé mi mochila y las armas que se habían caído de ella y al levantarme, pude ver a Joel estrangulando a un tipo antes de señalar un callejón para escapar.
- Manténganse abajo y síganme, sin disparos. – susurró el hombre.
Avanzamos por aquel camino con cuidado de los cazadores, según Ellie no podía haber muchos ya que Joel los había matado a casi todos mientras estaba desmayado... Ese hombre realmente me aterraba a veces.
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Al llegar a la calle, Joel tomó su arco y flecha y luego de apuntar por varios segundos, logró matar al último cazador que nos acechaba de un solo intento.
- Bien, creo que es el último de ellos. Rapaz, ¿estás bien? –
- Sí, todo bien. –
- ¿Seguro? Impactó cerca de tu lado, te desmayaste casi toda la pelea. –
- Estoy bien, Joel. Algo adolorido pero bien. -
- Y eso que no hiciste nada... - susurró Ellie para molestarme.
- Bien, hay que largarnos de aquí antes de que lleguen más. – ordenó Joel antes de liderar la marcha sin perder el tiempo.
Caminamos con cuidado a través de las calles para guiarnos antes de armar un plan, según Joel debíamos cruzar la ciudad pero debíamos saber en qué parte estábamos primero.
Al revisar los distintos callejones y locales en busca de algo que nos sirviera, llegamos hasta un almacén con un portón que Joel tardó varios segundos en abrir a la fuerza, revelando que adentro de aquel lugar había un tenebroso destino al cual los turistas iban a morir.
