𝟏𝟔

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San despertó gracias a los golpes de
la puerta principal, abrió los ojos con
pesadez mientras los golpes seguían.
Recordó que su madre había salido, de seguro era ella, haciéndolo levantarse de golpe, no los podían encontrar de esa manera.

— ¡Wooyoung! — llamó el mayor, moviéndolo para despertarlo — ¡Woo, despierta!

— Mmm, vuelve a dormir — se quejó el menor, subiendo más sus sábanas sobre su cabeza.

— ¡Nuestras madres ya están aquí!—le dijo mientras terminaba de poner sus pantalones.

— ¡Hubieras empezado por ahí! —
exclamó esta vez el menor, saliendo
rápidamente de la cama, sintiéndose
levemente mareado por el repentino
movimiento.

Pasos se escucharon en el interior de
la casa, la señora Choi había entrado
usando su llave.

— ¡San, Wooyoung! — gritó la señora Choi desde el inicio de las escaleras.

— ¡Ya bajamos! — respondió el mayor, arreglando su cabello, se veía fatal.

— ¿Cómo me veo? — preguntó Wooyoung  terminando de acomodar su ropa.

— Cómo si acabas de tener sexo— rió el mayor, recibiendo un golpe en el brazo — Vamos, mi madre ya viene — susurró al escuchar los pasos de su madre en las escaleras.

— San, ya estamos aquí — habló la
señora Choi entrando a la habitación
de su hijo, encontrándose con ambos
chicos parados en el medio de la
habitación con sonrisas nerviosas —
¿Por qué no abriste la puerta? Estuve
tocando — preguntó con sospecha la
mujer.

— Eh... Estábamos dormidos —
respondió rápidamente San.

— ¿Otra vez?

— Si... Es que nos aburrimos y nos dio
sueño — dijo Wooyoung con una sonrisa nerviosa.

— Ajá... Les dio sueño — repitió la señora Choi con una sonrisa — Trajimos algo para cenar así que bajen — anunció, retirándose de la habitación, pero se dio media vuelta para verlos de nuevo — Por cierto, tapa tu cuello, Wooyoung, no
creo que tu madre quiera ver eso —
dijo de manera divertida, señalando la zona antes de retirarse.

— Mierda — soltó el rubio viéndose en el  espejo — San, mira lo que hiciste. Dios que vergüenza — se quejaba mientras sacaba un poco de maquillaje de su mochila, tapando aquellas marcas rojas y púrpuras.

— Ahora sabe que tuvimos sexo — rió el mayor, terminando de arreglar la cama — Lo siento si es muy vergonzoso.

Minutos después, se encontraban de
nuevo los cuatro en la mesa hablando
sobre cosas superficiales, no querían
tocar el tema de la denuncia aunque
Wooyoung moría por saber qué había
pasado.

Al terminar la cena, San y la señora
Choi se dedicaron a limpiar la mesa y
lavar los trastes, mientras Wooyoung se encontraba otra vez ansioso en el sofá.

— Hijo... Quisiera hablar contigo un
momento — habló la señora Jung, a lo
que Wooyoung solo asintió.

Se encerraron en la habitación de
invitados en donde se estaba quedando la madre de Wooyoung. La mujer ni siquiera sabía por donde empezar, nunca había tenido una conversación calmada con su propio hijo, sintiendo una punzada de arrepiento, tuvo que esperar a que algo realmente malo le pasara para empezar a valorarlo.

— ¿Pasó algo malo? — preguntó
Wooyoung mientras movía su pierna con inquietud, estar a solas con su madre le generaba incomodidad.

La mujer negó, sentándose frente al
menor que la miraba extrañado.

𝗧𝗛𝗘 𝗖𝗟𝗨𝗕 𝗕𝗢𝗬 / WOOSANWhere stories live. Discover now