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*Aeropuerto* 16:30 pm.

Mia: ¿Estás lista para tu nueva vida?

Isabella: Físicamente sí, ¿mentalmente? estoy apunto de entrar en pánico -dijo en forma de broma.

Mia: Tranquila, todo va a estar bien. -dijo dándole apoyo.

Isabella: Gracias por estar aquí conmigo.

Mia: Siempre juntas.

Subimos al avión, Mia se durmió, yo me puse a escuchar música, para ser exacta, estaba escuchando al dúo Pimpinela, amo sus canciones, para ser sincera, me gusta mucho más sus canciones que las canciones de ahora, cada que escucho canciones de ellos siento una conexión con mis padres, ya que ellos eran súper fans de pimpinela y siempre los fines de semana a la tarde hacíamos karaokes, amaba esas tardes.

Llegando a Buenos Aires pedimos un taxi y fuimos a la casa.

Isabella: Hace mucho tiempo que no venía acá. -dijo abriendo la puerta principal.

Mia: Está hermosa.

Isabella: Si, y ahora, ¿que hacemos?

Mia: ¿Que te parece si desempacamos todo y después hacemos karaoke de pimpinela? -dijo emocionada.

Isabella: Te amo mucho.

Mia: Yo también.

Pasaron las horas, desempacamos, acomodamos las cosas, hicimos el karaoke y era el momento en el que nos entraba el hambre.

Isabella: ¿Y si vamos al super a comprar algo?

Mia: No me lo tenés que decir dos veces, ¡vamos!

Compraron varios dulces, frituras, gaseosas, gomitas, todo para una noche de películas.

*Al día siguiente*

Isabella pov:

Bajé a desayunar y no ví a Mia por ningún lado, fuí hasta el refrigerador para preparar algo y veo una nota.

Isa salí un rato, tengo que hacer unas diligencias, te recuerdo que no hay comida, todo lo acabamos ayer.
(no me mates)
te ama
Mia.

La voy a matar, bueno, no queda de otra que buscar una cafetería.

Iba caminando cuando dé repente choco con una chica.

Isabella: Perdón, perdón, no me fijé. -dije recogiendo las cosas de la chica ya que estaban por todo el piso.

X: Tranquila, yo también venía distraída. -dijo con una cálida sonrisa.

Isabella: Iba por un café y creo que sería buena manera de disculparme.

X: Sabes, yo también necesito un café, acepto tu invitación.

Isabella: Vamos.

En la cafetería

Isabella: Creo que te conozco.

X: Nosé, capaz. -dijo dando un sorbo de su café.

Isabella: Sos Rocio Hazán. -dijo dándose cuenta.

Rocio: Si.

Isabella: No lo puedo creer. -dijo asombrada.

Rocio: Oye me caíste bien, llevamos casi media hora en esta cafetería y no me dijiste tu nombre.

Isabella: Me llamo Isabella, Isabella Peralta.

Rocio: Hermoso nombre, oye dame tu número para comunicarnos y vernos otro día.

Por fin contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora