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Tenía apenas menos de un mes trabajando en este nuevo lugar, "su madre" le habia pedido que buscará un empleo ya que eran vacaciones, solo para que no se quedara de flojo en casa viendo memes en facebook mientras estaba acostado en el suelo de la sala, nisiquiera en el sofá grande, en el suelo, ya que a su parecer estaba más fresco.

Era una nueva cafetería que había abierto, muy cálida a su parecer, su especialidad es el café, aunque también llegaban a servir bebidas más refrescantes, como jugos o en las noches cócteles, aunque al principio le fastidiaba la idea de estar hablando cara a cara con gente desconocida e indecisa, se fue acostumbrando, también el hecho de que su mejor amigos se había metido a trabajar con el para molestarlo más tiempo, hizo que su estadía en el local no fuera tan mala.

A veces su mismo padre iba a verlo y a sus palabras "avergonzarlo" por qué lo trataba como un niño pequeño, haciendo que el de orejas de oso lo molestara diciendo que era un niño de papi, sin embargo saber que su padre estaba satisfecho con que el no fuera un huevón lo hacía feliz, podía demostrar que era útil.

El de cabello azabache soltó un suspiro al terminar de atender a cierta señora que no se decidía que elegir del menú,  sobo sus mejillas que habían sido forzadas a sonreír "por amabilidad" ya que la última vez que dejo de hacerlo querían llamar a su gerente.

—¿que estas haciendo pendejo? -pregunto el de gorrito mientras miraba a su compañero sentado en el piso mirando su teléfono- en vez de estar ahí deberías de ayudarme a atender cabron
—Calla animal de granja -respondió sin prestar mucha atención- mira, se parece a mi gato -dijo para mostrar la pantalla de su teléfono con un gato naranja gordo sentado, a lo cual Quackity tomó el teléfono y lo miró con ojos entrecerrados, para Rubius fue gracioso, parecía una señora mirando un meme, intento no reír por su comparativa mientras que Quackity soltó un risita y contesto con un "si es" para despues devolverle el movil-

Antes de que el hibrido pudiera sacar su propio teléfono escucho como la puerta se abría, rodó los ojos al pensar que tendría que atender a otra persona, soltó un suspiro y dio una vuelta para poner una sonrisa fingida y ver al cliente, sin embargo lo que vio no era una señora con cara amargada  o creída, ni un señor serio, o algun un viejito indeciso, era un joven con fleco que cubría su ojo izquierdo, ojos del color rubi y abajo de estos algunas ojeras, causa de mal sueño, el muchacho soltó un bostezo y hablo.

-Un latte por favor

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