░۟◌༵🧁- ', [ capítulo 7. ] ꒱

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—¿Por qué hueles tanto a omega? Los betas no salen con omegas —habló Caroline, la amiga omega de Zak, olfateando con cuidado la camisa de su amigo, camisa que claramente no era suya. Sin querer, llevó una mano a su cuello, se rascó nerviosamente y sintió que un peso le caía encima.

—No estoy saliendo con nadie —se defendió Skeppy de las acusaciones de Captain Puffy. Su amiga tenía la manía de hacerle pareja en su mente por cada persona que se le acercaba.

—Uy, pero no te enojes —se disculpó ella con una risita.

Aquel día, Skeppy no asistió a la universidad. Podría inventar alguna excusa, si fuera alfa u omega sería más fácil, porque podría decir que fue por su celo. Pero no era así. Su amiga le había ido a llevar los apuntes y con la intención de sacarle el chisme a su amigo.

—Entonces… ¿a dónde fuiste?

—Ahorita no, Caroline —dijo con un tono de fastidio grande.

Tomó la carpeta de su amiga y le agradeció, para después decirle que se sentía algo mal y quería un tiempo a solas. Cuando la chica se fue, se derrumbó. Se sentía muy extraño. Después de estar en la vivienda de ese omega, su nariz y capacidad para detectar las feromonas había despertado de nuevo y eso no le había gustado.

Cualquier delta en su lugar se habría mostrado agradecido, pero no él. Zak ya se había acostumbrado a su vida de beta, tenía unos amigos que sí salían y llamaban siempre, ya no estaba atado a eso de tener que conseguir un compañero compatible. Si bien al principio de esa dura etapa vivió todos los días arrepintiéndose, ahora sentía que vivía más tranquilo y sin ningún apuro.

Cuando Darryl llegó a su departamento y le sorprendió encontrar un aroma a alfa, un aroma de algo como menta. Él estaba seguro de que había metido la noche anterior, en su casa, a un beta. Encontró un papelito con un pequeño agradecimiento y un número de teléfono. No le tomó importancia y, dejando su mochila en el suelo, se sentó en el sofá.

Si bien ya no tenía resaca, se sentía bastante mal, de la verga, como decía Quackity. Había llegado temprano a las clases, donde su compañera Hannah fue bastante amable con él y le prestó los apuntes del día anterior. Se durmió como en la tercera clase mientras un dolor de cabeza le recorría toda la cabeza. Al salir, el dolor de cabeza se le había pasado y le había regresado al ver que el maldito de Schlatt había ido a recoger a Quackity, quien se despidió con una sonrisa nerviosa.

Y ahora ese olor a menta lo relajaba bastante.

Se levantó con pereza del sofá y se lavó las manos para hacerse una cena. Mientras ésta se calentaba, le enviaba un mensaje a su jefa en la librería, diciéndole que había enfermado y esa era la razón por la que no se había presentado. Su jefa le respondió con amabilidad y deseándole una pronta recuperación.

Empezó a cenar e, impulsado por su omega, envió un mensaje a aquel número, aventándolo por temor y pena después de hacerlo.

𝗪𝗘𝗜𝗥𝗗𝗢, skephaloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora