➶golden hour―chat noir.

𝘤𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 𝘷𝘦𝘪𝘯𝘵𝘪𝘤𝘪𝘯𝘤𝘰―𝘴𝘪𝘮𝘰𝘯 𝘥𝘪𝘤𝘦.

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advertencia: un spoiler de la temporada cinco je, pero seguramente ya lo sepan.

—Sean todos bienvenidos al programa número uno de juegos ¡El desafío! —abrió él espectáculo Alec. Nino nos había invitado a mi y a Adrien ya que participaría.— Animemos a nuestro siguiente concursante: ¡Nino!

Estábamos en simón dice, y no lo puedo recordar bien, ya que no es de mis favoritos y lo vi pocas veces.

—Vamos, Nino. —alenté a mi amigo, éste rió y fue donde estaba el conductor.

—Nino, eres estudiante y DJ, eso es asombroso. —dijo el de camiseta azul marino.— Mira los platos que tenemos para tí. —habló con humor éste.— El reto que eligieron los espectadores es... ¡Hacer bailar al alcalde de París, André Burgueois! Gracias por aceptar, señor Burgueois. ¿Cuántas probabilidades tiene Nino de ganar?

—Ninguna, odio bailar. La última vez que puse un pie en la pista de baile, Madonna usaba pañales. —bromeó él mayor a través de la llamada.

Mi amigo empezó a mover los discos y pulsar botones, cosas de DJ. Luego de un rato, el alcalde empezó a mover la cabeza.

—¡Reto conseguido! —dijo Alec abrazando a Nino por los hombros.— Mover la cabeza al ritmo de la música es bailar.

—¿Qué? Eso no es cierto. Me picaba el cuello nada más. —se excusó él, haciéndonos reír a mi y al rubio.

—Rascarse al ritmo cuenta también. —se rió Alec.— Nino, felicidades. Regresas en una semana para conseguir un nuevo desafío. Y ahora, recibimos al nuevo concursante, Simón Grimault.

—Esto va a salir mal. —le dije a Adrien en un susurro y él asintió.

—Gané. —habló el de gorra para chocar nuestros puños.

—Señor Grimault, usted es hipnotista ¿No? —preguntó animado el conductor.

—Sí, con las cartas. Pero no uso mi habilidad para conseguir nada. —dijo él.

—Entonces, el reto será traer a una celebridad al estudio ¡Un aplauso para el rey de la moda, Gabriel Agreste! —inquirió Alec, detrás se mostraba al señor Agreste con cara de pocos amigos.

—¿De qué se trata este programa? —habló él de lentes confundido.— Me dijeron que era una entrevista.

—Oye, es tu papá. —le dijo Nino a mi novio, y nosotros nos miramos con preocupación en los ojos.

—¡Haga su magia, señor Grimault, veremos si puede traer al señor Agreste con su persuasión hipnótica! —retó el calvo.

—Ya le dije que no hago que la gente... —no dejaron terminar a Simon.

—¡Un hipnotista tímido! ¿Qué le parece eso, Gabriel?

—Hilarante, su programa es patético y el concursante también lo es ¿Controlarme? Jamás. —cortó la videollamada él.

—Sí... ese es mi padre. —habló apenado Adrien y yo apreté su mano para tranquilizarlo.

—Tranquilo, plumita. —hablé con el apodo que usaba con él, doble sentido, ya saben.— Así es su carácter.

—Parece que el señor Agreste rechazó el reto. Fin del desafío. —dijo Alec.

—Pero... no es justo, ni si quiera me dieron tiempo de... —no lo dejaron terminar ya que producción lo sacó de la pantalla.