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Aproximadamente 4 meses después~

La oficina estaba silenciosa, solo podía escucharse el sonido del reloj que estaba colgado en la pared y como Mingyu movía algunas páginas.

La mirada de este se levantó, habían pasado horas desde que Misuk había llegado a su oficina y no habían hablado mucho tiempo porque él estaba ocupado arreglando el desastre causado por uno de sus artistas que, curiosamente, no era Jungkook.

Ella estaba acostada en el sofa de cuero negro centrada en su celular mientras comía una paleta de color rojo que causaba que sus labios tuvieran más color, algunos mechones de su cabello caían sobre su rostro y su rostro estaba relajado. Usaba una camisa de tirantes negra junto con un short de mezclilla y las calcetas de bob esponja, sus zapatos estaba abajo del sofá.

Mingyu se sacó los lentes y los puso en el escritorio, se recostó en su silla sin dejar de mirar a la muchacha. Pensó, si tal vez no tuviera que resolver tanto problema podría estar en su casa, acostado junto a ella y estar durmiendo o en alguna cita que fuera lejos de su oficina.

Aunque esta era muy parecida a su casa, las paredes eran blancas y la mayoría de muebles eran de color negro, las persianas siempre estaban abajo y en una esquina había una pequeña refrigeradora con bebidas, mayormente con alcohol.

También tenía unas pequeñas bocinas en donde ponía música, esa era la razón por la cual la oficina también estaba insonorizada, no podía permitir que su lado más relajado se viera a la luz frente a sus empleados.

Mingyu se levantó de su silla, ya no tenía su sacó y su corbata estaba casi deshecha; se sentó al lado de la chica en el sofá que casi de inmediato dejo su celular.

— ¿Terminaste de trabajar Gyu? — Misuk puso de nuevo la paleta en su boca.

— Lo siento amor, aun no termino... si quieres ve a casa y te mando algo de comer

— Te esperare para ir a comer juntos

Mingyu se acercó a Misuk y le aparto la paleta para besarla, aquel beso iba tranquilo, Mingyu podía casi sentir el sabor de la paleta. Poco a poco el beso fue subiendo de intensidad, la paleta de fresa cayó al suelo pero a ninguno le importo que ensuciara una alfombra cara.

Estando arriba de ella sin detener el beso, se escuchaban pequeños chasquidos en el lugar, la mano de Mingyu se deslizó debajo de la camisa de Misuk disfrutando de la calidez de la piel de esta.

Un pequeño gemido salió de los labios de Misuk y sus manos iban desabotonando algunos botones de la camisa de Mingyu; el beso se terminó cuando necesitaron aire y Mingyu quitó la camisa de la chica pero antes de que este pudiera quitarle el brasier, la puerta fue tocada.

— ¿Jefe? Necesito entregarle algunos papeles — se escucho la voz de su secretario.

De inmediato, ambos se empezaron a arreglar hasta fingir que no había pasado nada, Mingyu se había ido a sentar a su escritorio para ocultar la creciente erección que se había formado en sus pantalones.

— Necesitan estar firmados para mañana, así que los recogeré más tarde — explicó el chico notando la extraña vibra que había y se fue lo más rápido posible.

— Arreglaremos esto en casa Misuk — el chico se levantó de nuevo hasta donde ella— Necesito que te vayas a casa

—Pero... — La coreana estaba preparada para protestar.

— Necesito que te vayas porque si te quedas aquí se que soy capaz de hacerte el amor en mi escritorio y necesito terminar de trabajar.

Chaotic LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora