Por ti- Pablo Gavi

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*Pablo gavi*

Ha pasado una semana desde que le dije al Luna que íbamos a ir a Miami y adivinad donde estamos, efectivamente en el avión directos para Miami.

Estaba pensando hasta que la voz de mi chica me saco de mis pensamientos.

-Mor- dijo.

-Dime- dije.

-¿Que es la sorpresa que decías que me tenías?- pregunto curiosa.

-Es sorpresa cari, mañana la sabrás- dije.

-Valee- dijo ella con pereza.

Me dormí, nose cuando pero me dormí y me desperté con mi chica tocándome el hombro.

-Pablo, ya va a aterrizar el avión, vamos- dijo.

Poco tiempo después el avión aterrizo, como era de noche nos fuimos al hotel que nos íbamos a hospedar y cuando llegamos nos dormimos.

*Al día siguiente*

*Luna Hernández*

Me desperté muy tarde ya que anoche no pude dormir nada, y también llegamos como a las 7 de la mañana y no estaba Pablo al lado mío, pero me tranquilice cuando vi una pequeña nota en la mesita de noche.

Hola cariño, si te despiertas no te alteres porque no estoy, he ido a terminar de prepararte la sorpresa, a las 21 y media ve a la ubicación que te he enviado por WhatsApp por cierto debajo de la cama tienes un vestido póntelo porfa, te amo rubita.

-Tu feo.

Cuando vi la hora eran la 19 así que me levanté y empezé a caminar con pereza hacia el baño, cuando llegue me di una ducha rápida y salí.

Coji una gran caja que había debajo de la cama y la abri, había un vestido precioso negro y unos tacones dorados.

Me lo puse y me maquille un poco porque ya llegaba tarde.

Baje y llame a un taxi para que me llevase a la ubicación.

Llegue justo a tiempo, era un restaurante lejos de la cuidad y cerca de la playa era muy bonito.

Cuando llegue vi a Pablo y fui a hablarle ya que estaba de espalda.

-Holaa-dije.

-Hombre, has llegado- dijo mirándome de arriba a abajo sin descaro ninguno.

-Dios- dijo susurrando pero lo escuché.

-¿Que pasa?- dije.

-Estas increíble- dijo y yo sonreí.

-Por cierto no vamos al restaurante sino a la playa, simplemente que estaba cerca y es bonito, si después quieres venir venimos- dijo y yo asentí.

Me tomo la mano acercándome a el y dejó un suave beso en mis labios para luego ponerme una venda en los ojos.

Estábamos caminando por arena eso sí lo sabía, pero no sabía porque me había echo ponerme tacones si íbamos a venir a la playa pero bueno, sentí como se paró y luego me paro a mi.

-Cuando te diga ya te quitas la venda- dijo y yo le respondí con un "vale"

-Ya- dijo.

Cuando me quite la venda lo vi arrodillado y con un caja roja en la mano, más o menos sabía que iba a pasar y estaba muy nerviosa.

-Luna, llevamos tres años juntos y siento que somos el uno para el otro, quiero seguir contigo el resto de mi vida, Luna Hernández, ¿Te quieres casar conmigo?- dijo y empezé a llorar.

-Claro que quiero mi amor- dije.

Abrió la caja y me puso un anillo precioso de diamante.

-Te quiero más que a nadie feo- dije.

-Yo no te quiero rubita- dijo.

-Sabes que me amas- dije besándolo en los labios.

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Mis chicos se casan que monos tío, dejadme lugares donde queráis que sea la boda y el que más me guste lo pondré.