Capítulo 23

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- ¿Halo? ¿ChanYeol?-

- ¡Oh! Hola BaekHyun, ¿Todo bien?-

- Sip, solo quería saber cómo estás. Mi padre dijo que regresaran en pocos días, el trabajo está por terminar,-

- Tal vez la próxima semana sea la última y éste de regreso en casa pronto, podremos vernos y salir en cuánto llegue, ya quiero verte,-

ChanYeol escuchó la suave sonrisa atraves del teléfono.

- También quiero verte, pero no sé si podremos vernos en cuánto llegues, mi padre está en tratos con la construcción de un nuevo edificio, un hotel cerca a la zona principal turística, está loco por verme y mostrarle lo que he aprendido en la universidad, creé que seré un buen arquitecto de la noche a la mañana,-

- Eres un buen arquitecto, lo sé, confía en mí, al menos es lo que he visto en tus maquetas y planos,-

BaekHyun volvió a sonreír.

- Solo lo dices porqué me quieres,-

- Tal vez, pero te hará bien un poco de práctica. Tú viejo es un fastidio pero es bueno en lo que hace, y no lo digo porque sea tú padre y mi futuro suegro,-

- ¡Ya lo creo!- BaekHyun rió con ganas.- Aunque lo halagues te matará cuando se entere que salgo contigo,-

Esta vez fue ChanYeol quién rió con ganas, estaba de acuerdo con las palabras de BaekHyun.

- Me tengo que ir, tú padre se acerca, te amo. Te llamaré más tarde,- el hombre se apresuró a decir,-

- De acuerdo, cuídate mucho, y también te amo,-

Después de escuchar el bip al terminar la llamada, ChanYeol vió a MinSeok mirarlo con una sonrisa burlona.

- ¿Suegro? ¡Ja! En lo único que estoy de acuerdo es que el viejo es un fastidio,- MinSeok sonreía divertido.

- Es de mala educación escuchar conversaciones ajenas,- ChanYeol dijo con indignación.- Pero te doy un punto a tú favor, nadie soporta al hombre,-

MinSeok sonrió divertido negando trás el hecho inevitable. Suspiró cansado guardando algunas herramientas dentro de su bolso, miró a ChanYeol hacer lo mismo mientras esperaban que el jefe dejará de regañar a un par de compañeros de trabajo que habían confundido la pintura blanca con beige y habían arruinado la pared del aula que sería de canto. Para su buena fortuna, no había sido él, negó sintiendo lástima por los hombres. Estaba oscureciendo y la lluvia había comenzado a caer. Tendrían que quedarse horas extras para arreglar el desastre que habían hecho, MinSeok no pudo evitar sentir compasión.

Que rápido había pasado el tiempo. Faltaba cerca de una semana para volver a casa y aún seguía sin hablar con JongIn. El hombre ya no los evitaba pero igual no les hablaba salvo lo necesario. MinSeok no había insistido, ChanYeol quizás un poco, pero él no. Tenía que despejar su cabeza y curar su corazón roto, después de esa charla con JongIn que definitivamente había salido mal, no volvió a insistir. Se concentró en su trabajo y se mentalizó en después hablar con JongIn, un rechazó más uno menos, daba igual, no quería perder la amistad que tenía con el hombre. Ya lo superaría cómo siempre lo hacía.

Observó a ChanYeol sentarse en un bote de pintura, y jugar con el móvil mientras esperaban al jefe, seguramente el hombre estaría mandando mensajes cursis de amor a su novio. En cambio, MinSeok se daba una idea de lo que diría el jefe y no le gustaba para nada la idea, había escuchado lo que el novio de ChanYeol había dicho en la llamada. No es que fuese chismoso, pero la voz del chico se escuchaba clara a través del teléfono. No sabía cómo el jefe no se daba cuenta de nada, o era verdaderamente estúpido o realmente se concentraba en su trabajo y no prestaba atención a sus trabajadores.   Pero que más daba, estaba seguro que el jefe hablaría sobre esa construcción, anteriormente los había reunido para avisar que los trabajadores que ya no necesitaba podían volver a casa, sin embargo él, ChanYeol y JongIn permanecerían ahí hasta el final. Independientemente del mal genio que se cargaba el jefe, confiaba ciegamente en el trabajo que realizaban. A los hombres no les importa quedarse hasta el final, porque sería más dinero para sus bolsillos. La cosa era que el jefe no les daría tregua ni descanso y los llevaría directamente a la siguiente construcción. Y para ser sinceros, necesitaban un tiempo fuera, no era como si ellos fuesen máquinas para funcionar sin descanso, el trabajo en ese lugar había sido en tiempo récord, y los dos meses se habían pasado rápido. Estaban agotados, cansados, el hostal era horrible, las camas incómodas y su cuerpo ya les estaba pasando factura. Sin contar que MinSeok tenía más que agotamiento físico, también lo era mental. No importaba como, trataría de hacer las paces con JongIn, no lo juzgaría y dejaría que las cosas se acomodaran en su sitió, darle tiempo al tiempo.

El Amigo de mi PadreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora