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Jules abrió los ojos de golpe para encontrarse con los de su compañero.

–¿Te sientes mejor?– le preguntó, sosteniéndolo entre sus brazos– Perdiste el conocimiento por unos segundos–su voz denotaba la angustia que lo dominaba.

Él se incorporó con su ayuda y sintió los dedos de Louva que analizaban su pulso.

–Fue otro recuerdo– respondió sonriendo al albino que se apartó más tranquilo.

–¿Y qué viste? –Dominic se arrodilló frente a él.

–No sé muy bien– lo miró a los ojos y frunció el ceño– Alfa, necesito saber la historia con detalles de la manada y cómo fue el ataque que hubo.

–¿Cuál es el interés ahora en nuestro pasado, hasta hace poco no te interesaba nada sobre nosotros?– Dakota sobresalto a todos recostado en el marco de la puerta.

Era verdad, sin embargo, ahora que la verdad estaba saliendo a la luz sentía la necesidad de tomar la responsabilidad con ese pasado que casi lleva a la manada al exterminio.

–Darren ayúdame– entre él y Dylan lo pusieron de pie. Cuando se sintió seguro sobre sí mismo recorrió primero al comandante y después al alfa, más decidido que nunca.

–Porque creo saber qué circunstancias dieron inició a una historia donde se entrelazan la desaparición de las hembras de la manada, la prácticamente aniquilación del clan de los lobos, ustedes y todo su universo y mi pasado. Teniendo como eje central el lobo dentro de mí, que no es tan inocente y...–las palabras se negaron a salir, tomó un fuerte respiro culminando la difícil idea –mi padre.

Dominic apretó los dientes, pero asintió con tranquilidad.

–Chicos– se giró hacia su manada– Buscad los documentos, incluso aquellos–ordenó imperioso.

***

Jules dejó un libro para tomar otro y seguir leyendo. Llevaba así toda la tarde e inicio de la noche. Darren salió de la ducha secándose la cabeza con la toalla y solo un pantalón. Le gustaba la vista de su pareja sentada en el medio de la cama, tan concentrado en la lectura que no sintió su presencia.

Había logrado convencerlo de que estuviera con él para poder ayudarlo en las interrogantes que le pudieran surgir: a cambio él ganó muchos papeles adornando ahora su escritorio, la mesita al lado de la cama y su lado de dormir. ¡Lo que hay que pagar por el enlace!

–¿Has encontrado algo que nos pueda ayudar?– había leído varias veces lo mismo sin resultados, en ningún texto se narraban detalles de cuándo, cómo y quién, había ocasionado aquel desastre y dónde terminaba el mismo .Sin embargo él estaba convencido de la conexión de su padre con el mundo de los lobos. ¿Dónde estaba? Necesitaba encontrarla.

Él no le respondió, estaba tan absorto en la lectura que no había notado la presencia de su compañero semidesnudo y excitado.

Darren gruñó y se acercó a la cama inclinándose seductoramente hacia el joven. Agarró su barbilla y la llevó hacia sus labios, dejando en ellos un beso. Él mantuvo los ojos abiertos por la sorpresa para después sonrojarse un poco ante el ataque claramente erótico.

–¿Celoso de unos papeles?– le preguntó en un suave ronroneo dispuesto a seguirle el juego sexual.

–Te hice una pregunta y me ignoraste, y odio ser ignorado–susurraba mientras acariciaba el cuello de Jules con su rostro depositando una hilera de besos ardientes.

–Estaba concentrado leyendo–jadeaba de placer mientras intentaba seguir con esfuerzo el hilo de la conversación.

–Me di cuenta de eso– lamió su mejilla– Y también de que ya no me repelas como al inicio– siguió marcando un camino de fuego en el rostro y nuca de su ardiente lobo.

Él no respondió y solo bajó la cabeza para recibir el mar de fuego que se expandía por su nuca. No recordaba haberse sentido así en toda su vida

Darren le quitó el libro de las manos, lo agarró de la cintura y lo puso sobre su regazo sin dificultad.

–Sabes qué puedes decirme cualquier cosa. Soy tu compañero. Puedo sentir tu incertidumbre, así como tu aceptación hacia mí, pero algo no está bien y quiero saber qué es–indagó preocupado por su pareja que no terminaba de entregarse totalmente, sin reservas.

–Darren, yo– tomó aire– Yo no soy tu compañero–añadió con cautela.

El lobo lo miró y no pudo descifrar su expresión.

–¿Estás intentando otra forma de irte de mi lado, no es así?, porque estoy cansado de este jueguito–dijo molesto .No podía creer que todo comenzara de nuevo.

–No me refiero a eso– él sacudió la cabeza desesperado– Si eres mi compañero, pero mi cuerpo no te pertenece–intentó explicar.

–No entiendo una sola palabra de lo que dices, hueles como mi compañera, cómo no lo vas a hacer–insistió. Aquél conversación comenzaba alarmarlo ¡Cielos! Con Jules nunca se sabía cómo iban a terminar las cosas.

Jules lo sintió gruñir.

–Darren. Yo no nací siendo así, no totalmente. La sangre que fluye dentro de mí es de El lobo, después de nos enlazamos, nos fusionamos. Cuando colapsé, estuve dentro de su cuerpo real y conocí su ser de antaño. Yo no había nacido aún. Ahora mismo no puedo unir bien los cabos para explicarte con más detalles, pero...– el dedo de Darren se posó sobre sus labios.

–Eres mi pareja y nadie más; te quiero a mi lado, no por lo que eres sino por quién eres– acarició su muslo con ternura enviando vibraciones a lo largo de su cuerpo– Una vez me preguntaste si te amaba y no te pude responder. Un sentimiento tan complicado como ese, es algo difícil de descifrar para nosotros que usamos más el instinto, pero aquella vez que sentí que tu corazón se detuvo, fue aterrador para mí– lo atrajo hacia él y pegó su frente a la de él. Solo sabía que, si te perdía, yo te seguiría. Si eso se puede considerar como amor por los humanos, entonces lo es para mí–culminó con un susurro.

Jules sintió sus ojos humedecerse.

–Yo...–las palabras se negaban a salir. Nunca imaginó que el gran lobo marrón fuera a confesar que lo amaba, incluso que estuviera dispuesto a morir si él le faltara.

–No tienes que decir nada. Te daré todo el tiempo que necesites para que me aceptes, mientras estés a mi lado yo soy feliz– volvió a besarlo sintiendo los brazos vacilantes de él envolver los suyos.

Darren se levantó junto con él y lo fue tendiendo sobre la cama cuando su mano se golpeó con uno de los libros.

–Creo que primero tendremos que hacer limpieza antes de entrar en acción– el lobo gruñó sobre él mirando el desorden que le tenía en su alcoba.

Jules solo soltó una enorme carcajada.

Enlazado al BetaWhere stories live. Discover now