VENGANZA DESEADA (LIBRO I SAGA MUJERES DE LA MAFIA)

CAP 68

Tres frijoles...

MIKHAEL

Preparo el desayuno recordando cada momento vivido al lado de Amira, termino de hacer el café justo a tiempo porque ella llega a la cocina con una sábana amarrada a su cuerpo, se le notan las aureolas de sus senos, la boca se me vuelve agua.

--Buenos días muñeca...-saludo colocando un vaso de café en el mesón, se lo señalo y ella lo agarra mirando mí pecho, para ser más preciso el tatuaje.

--Mikhael...-levanta su mirada- ¿Estás bien?

Sonrío tratando de ocultar lo que me agobia.

--Mejor que nunca. -miento, el recuerdo de que hoy se va a casar me atormenta.

La observo tomar el café y este silencio es algo incómodo, ella sabe lo que tengo...

--¿No dirás nada? -pregunta dejando el vaso de café a un lado.

--¿Nada de qué? -levanta su mirada y al conectarla con la mía noto como aprieta sus labios.

--Hoy es mí matrimonio...--recuerda algo que no he olvidado.

--Amira no se que somos pero hasta ahora te he sido fiel, te he mostrado que no hay mujer como tú...

--¿Hasta ahora? --cuestiona adormilada, ¿Que tiene?

--Tú follaras con Alessio y eso es algo normal en una relación así que yo puedo follar con otras personas e incluso casarme...-explico y ella se levanta con brusquedad, cuando está apunto de gritarme pierde el equilibrio y cae - ¡Amira!

Mí grito resuena en toda la cabaña, la atrapo antes de que se golpee contra el suelo, su cuerpo tiene ligeros temblores.

--¿Que tengo? -pregunta blanqueando los ojos.

--No lo sé!!! -la cargo y la llevo en brazos a la habitación, la acomodo en la cama y abro el clóset, hay ropa para los dos

--¿Me querías secuestrar? -cuestiona mojando sus labios con satisfacción que seguramente no provoqué yo.

Sí, mis planes eran encerrarte por lo menos una semana para que recapacitaras y no te casaras con la porquería que es Alessio Venturi.

--Joder!!! No te duermas!!! --Amira se termina de desmayar y yo me quiero morir, la cambio con una de las pijamas y la cargo en brazos.

El helicóptero que pedí para irme solamente yo llega, corro hacía la entrada y la subo, la acomodo en mis piernas.

--Mikhael tengo calor...-susurra agitada.

--No puedes tener calor!!! Estamos en la montaña más alta y fría de Italia!!!! -grito angustiado.

--¡Quita el abrigo me estoy quemando! -ella se queja y yo comienzo a quitarle el abrigo.

--Amira...--susurro al ver su piel, está roja, le están saliendo llagas y parece que sus poros botan pequeñas particulas de sangre.

--Ahhhhhh!!!! -grita supongo de dolor, ella comienza a querer golpear su cabeza así que la aprieto contra mí pecho impidiendo que se lastime.

--Rapido!!!! -exijo al piloto- Tranquila amor, estas bien...

........

--Mikhael tengo frío...-se queja y la vida me vuelve al cuerpo al escuchar nuevamente su voz, se ha quedado dormida y ya vamos en el auto.

--¿Qué? -cuestiono preocupado- Antes tenías calor...

Ella tiembla y yo no sé que sucede es como si su cuerpo estuviera fallando.