🥀End🥀

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No sabia cuanto tiempo había pasado, pudieron haber sido horas o días. Pero las cosas no parecían mejorar.

Ahora, solo queban ruinas de lo que alguna vez habían sido las islas hirvientes. Los pocos que lograron escapar, fueron atrapados finalmente. A excepción de Darius, Ebewolf, Rio, Rei, junto con luz y Edalyn.

Las energías se agotaban y cada vez parecía que la esperanza se estaba perdiendo. Pero luego llegó aquel aclamado mensaje.

El Rey de oro desafío abiertamente al Emperador, insentivandolo a aparecer de una vez. Aunque eso era sólo una trampa más.

El lugar acordado llegó, y el grupo se dirigió a la cabeza del titan golozal. Al llegar esperaban un ejército de guardias, pero no había nada más que un vacío.

Incluso cuando lograron encontrarse con el Emperador nadie apareció. Y el pequeño niño que lo acompañaba, los miraba con pena.

Aquel niño conocido como el "coleccionista", estaba con un traje que parecía una pijama. Todos entraron y no se dirijieron alguna palabra entre los conocidos.

-esperaba un mejor ejército de tu parte- hablo una voz al fondo, su armadura dorada y negra, brillaba gracias a la llama de la fogata a su lado. - pero supongo que es lo único que pudiste reunir.-

-ahórrate los comentario "Rey oro" - Belos hizo énfasis en su nombre, el cual consideraba ridículo- terminemos con esto -

-mal, mal, muy mal Emperador - el hombre se levantó y quito el metal que cubría su rostro. Revelando un rostro casi humano a excepción de las escamas verdosa que cubrían la mitad de su cara. - estas tan ansioso por terminar... Nuestro pequeño juego. -

-¿crees que las vidas de esta gente es un juego? - preguntó con ira Darius, usando todo su auto control para no atacarlo - ¡¡te parece gracioso!! - la risa del hombre fue su respuesta.

-ya es suficiente... Acabemos con esto- le dirigió una última mirada a su gente, y esos niños con una extraña apariencia como la de un ave le llamo la atención. - espero que hayan tenido tiempo para las despedidas-

-estamos listos - dijieron todos a la vez, lanzadose contra el hombre escamoso.

Todos usando toda la magia que había en su cuerpo. Pero inesperamente el techo que los cubría empezó a colapsar, logrando que todos buscarán un lugar seguro.

Eso no había sido causado por ninguno de los presentes. De la gran abertura del techo creyeron unas personas vastante familiares.

-¡¡ya llegó la caballería!!- Gus salto a un lado de su amiga willow, Amity y los tres chicos que antes pertenecían a la clase de castigo.

-¿eso es todo?. Que aburrido - el hombre se movió con agilidad intentando atacar a la persona más cercana. Aunque no pudo atacar a nadie cuando fue lanzado al otro lado de la habitación.

-y no te olvides de nosotros - una gran rosa bajo y abrió sus pétalos revelando a la líder del aquilarre de la plantas.

-no, como escápate - gruñó furioso el hombre, el mismo se había asegurado de encerrarla.

-eres muy fácil de engañar - Gus sonrió dejando que su magia fluyera oscureciendo todo el lugar.

El hombre sonrió arrogante. Tendría tiempo de divertirse con ellos antes de acabarlos.

En entre todo el silencio y la oscuridad ;era guiado por su sexto sentido. Confiaba demaciado en sí mismo como para no querer usar la magia que corría por sus venas.

Mala elección, cuando decidió deshacer toda la absurda pelea. El perador Belos estaba arrodillado en el centro de un círculo, con un chico de que cabello rubio a su lado que no dejaba de suplicarle.

-No se que estas tramando, pero no me gusta - chasqueo sus dedos levantando una fuerte corriente de viento que empujó a los cercanos - ya me aburrí, terminemos. - levantó su mano e invoco su vaston mágico y golpeó fuertemente el suelo.

La tierra tembló y se abrió a sus espaldas. Un máquina gigante empezó a hacer presencia, en su interior de cristal habían personas y monstruos.

-últimas palabras... - dijo el escamoso ser. Todo a su alrededor brillaba de un azul oscuro.

-Jaque mate... -

-¿que? - hablo desconcertado. Esa no era las palabras que quería escuchar.

-lo que oíste -

-tío - Hunter que había llegado en algún punto de la batalla. Intentaba converse a su familiar de que su detuviera, porque la magia que pensaba emplear era demaciado fuerte, como para que su cuerpo lo soportará. - no lo hagas -

-no hay otra opción - Belos empujó a su sobrino, obligando lo a salir del círculo - ¡¡ahora coleccionista!! - Él niño obedeció la orden de su amigo, dejando que toda la magia que le quedaba se fuera junto con él.

-¡¡pero que has hecho!!- grito el rey de oro, todo el lugar se deshacía en un brillo tan dorado como su armadura. Pero no sólo las cosas inertes fueron afectadas, también las personas y el mismo empezaron a decerse en una magia extraña.




🌟Otros dos como yo🌟 (Eda X Raine) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora