Sam Uley [O.S]

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Pedido: escribiendomundos_

Nombre: Emilia.

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La mañana había llegado y en la casa Uley se podía apreciar el buen olor de la comida, pues, Emilia se había levantado temprano para hacer el desayuno de su esposo y sus amigos pero no contaba con que ellos no irían a la casa por petición de su alfa quien quería pasar al menos un día con su esposa sin los otros chicos de por medio.

Con un bostezo Sam llegó a la cocina al haber sido atraído por el exquisito olor de la comida cocinada que hacía su mujer.

— Buenos días, amor — saludo con voz ronca.

— Buenos días, cielo. ¿Como amaneciste? — apago la estufa y se volteo hacia su esposo.

— Mejor ahora que te veo— dijo y un sonrojo adorno las mejillas de la mujer. Ante eso Sam sonrió y beso la boca de la morena.

— Deberías irte a sentar, llevaré tu desayuno en un segundo— espetó al separarse del beso por la falta de aire.

— Bien.

Emilia sirvió dos platos de comida el más lleno era para Sam, por su condición claro está y el otro era para ella. Llevo los platos a la mesa donde su esposo la esperaba pacientemente.

— Por cierto linda, hoy pasaré el día contigo. Los chicos no nos molestaran por hoy— informo Sam.

Pará Emilia fue una sorpresa pues el hombre no pasaba mucho tiempo en casa por las guardias, las reuniones con el consejo y el trabajo, pero aún así aprovecharía ese día al máximo.

— ¡Eso es genial! — exclamó con una emoción que alegro a Sam.

Durante todo el desayuno hablaron sobre muchos temas triviales, cualquier pareja común con problemas envidiaría su tan buena comunicación.

Al terminar de comer la pareja fue a cepillarse los dientes y ducharse.

Ambos bajo la lluvia artificial se acariciaban, se besaban y abrazaban mientras pensaban el lo afortunados que eran al tenerse el uno al otro.

Al terminar secaron sus cuerpos y se vistieron, bueno, Sam solo se puso unos boxers y una pantaloneta.

Bajaron a la sala donde pusieron a reproducir música romántica. Sam atrajo a su esposa por la cintura y los dos comenzaron a balancearse conforme al ritmo de la canción.

Al mirarse a los ojos se expresaban todo el amor que sentían, era como si se sumergieran en un mundo donde solo existían ellos y eso ya era perfecto para los dos. Sentían que sólo se necesitaban ellos para vivir, era una hermosa sensación que aunque existieran palabras para expresar ese sentimiento, tendrían que vivirlo por sí mismos para entenderlo.

Bailaron cinco canciones aproximadamente y luego se acostaron sobre el sillón.

Emilia se removió para mirar a Sam hacia los ojos y sonreírle.

— Te amo — exclamó mirando los ojos oscuros de su esposo.

— Yo Te amo mucho más— contestó Sam y después beso a la mujer que estaba sobre él.

Los besos poco a poco subieron de nivel y el calor se comenzaba a sentir. Emilia se despojo de su blusa y Sam se encargo de quitar el sostén negro que contenía aquellos dos montículos de carne que lo hacían perderse en las profundidades de la lujuria.

Al atardecer luego de haber hecho casi de todo la pareja decidió por ver alguna película bajo la comodidad de su habitación y cama.

Pará terminar dormidos mientras se abrazaban.

¿Les gustó? A mí no, es que no se escribir cosas románticas

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¿Les gustó? A mí no, es que no se escribir cosas románticas.

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𝐓𝐰𝐢𝐥𝐢𝐠𝐡𝐭 𝒁𝒐𝒏𝒆 | 𝙾𝚗𝚎 𝚂𝚑𝚘𝚝𝚜 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora