VOLUMEN 1. CAPITULO 3: "Dulce y amargo" parte 1

6.7K 277 94
                                    




:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::


Después de escucharse decir cuál te gusta más, 'te gusta el? ¿Te gustó yo?' El rostro de Hira en ese momento era el de un idiota inolvidable con la boca abierta, que se quedó pensando en decir "¿Qué?" o "¿De qué estás hablando?".

La vergüenza y la ira estallaron en el rostro de Kiyoi, que pateó a Hira con todas sus fuerzas. Estaba furiosamente enojado porque estaba esperando por su contacto por mucho tiempo. Esperaba por ese hombre desde hace mucho.

Kiyoi no tiene idea de lo que está pensando ahora ese hombre, en realidad nunca ha tenido idea de lo que hay en su mente.

Kiyoi, vio por primera vez a Hira el primer día de su cambio de clase de Kouji. Cuando vio a Hira, él está observándolo fijamente, con su rostro brillante y sonrojado.

"..... Hola"

Hira era un tipo bastante bueno como un esclavo. Él obedientemente hacia lo mejor que podía para servirlo, a pesar de todo siempre tenía un rostro feliz para Kiyoi. Sin embargo, aunque miraba incesantemente, a través de los espacios de su flequillo largo era extremadamente desagradable, Hira, estaba de buen humor, simplemente lo servía día a día, sin decir nada desde el principio.

Después de que sus padres se divorciaron, Kiyoi se convirtió en un niño solitario. Su madre sólo se dedicaba en salir a trabajar y volver a casa tarde por la noche. La casa siempre estaba vacía, por lo que Kiyoi siempre jugaba hasta tarde con sus amigas. Pero cuando llegaba la hora de la cena, todos se despedían e iban a casa.

El camino de regreso era solitario porque caminaba sólo, pensando que llegaría a casa y continuaría solo.


Cada día, sacaba la llave del pequeño bolsillo de su mochila escolar y entraba a la casa vacía.

Kiyoi, vivía en el departamento 2D, en medio de dos familias a su alrededor; las cuales discutían con los niñas y cada una de la discusiones se filtraba a través de la pared. Encendía la televisión siempre el mismo canal, ya que, nunca lo cambiaba. Se dirigía a la cocina y siempre había un plato envuelto sobre la mesa, el cual, era su cena de cada noche, mientras veía televisión. Luego se bañaba con el volumen del televisor al máximo, porque le asustaba mucho el silencio.


Kiyoi, disfruta de la televisión, ya que, en esa aquella pequeña caja, siempre hay gente sonriendo, divirtiéndose y realizando actividades felices.

'Quiero estar allí todos los días, ser feliz y divertirme donde todos me puedan ver' ese era el deseo de Kiyoi. Mientras su madre regresaba tarde en la noche y se iba temprano en la mañana, en ocasiones ni siquiera se podían encontrar.

Kiyoi una mañana se despertó en respuesta a la intranquilidad que llegó de repente. Mientras se frotaba los ojos somnolientos, fue a la cocina.

"Solo soy una vocecita" se dice a sí mismo.

"Madre, ¿comerás arroz?"

"Está bien"

"Madre, lo haré yo mismo para ti".

"Está bien, solo dame tu arroz".

El trabajo de Kiyoi era servir arroz para la cena de medianoche de su madre. Estaba agotado, tenía sueño, pero siempre quería pasar todo el tiempo posible con su madre.

Cuando Kiyoi se convirtió en un adolescente, su madre se volvió a casar. Su nuevo padre era muy amable. Dejaron el pequeño departamento y se fueron a vivir a una gran casa familiar. En esa aquella y hermosa casa su madre se quedaba en casa todos los días.

Cuando regresaba a casa, siempre le daba la bienvenida. Por lo que, Kiyoi ya no jugaba hasta tarde con sus amigos y tenía menos tiempo para ver la televisión. Era realmente feliz, contándoles a su madre y nuevo padre sus actividades diarias, todo aquello era muy divertido. Eran las cenas que siempre había soñado.

Hasta que de pronto, un día, llegó un hermano menor, que recorría toda la casa y estaba por todos lados. A pesar, que el nuevo padre de Kiyoi era realmente amable y cariñoso, la llegada de su hermano menor, hizo que cambiará por completo. La actitud hacia un hijo real era muy diferente a la actitud hacia él. Al año siguiente, vino una hermana menor, aunque tenía más integrantes en la familia, Kiyoi se volvió más solo que antes, quería decir eso y hacerlo saber a todos, pero simplemente no podía decirlo.

En el amplio y gran sofá, Kiyoi comenzó a ver la televisión junto a sus padres, que acunaban a su hermano y hermana menor.

Un bebé no es nada lindo en absoluto. Son ruidosos, sucios, mal olientes, bastante molestos y además se roban a tu madre por completo.
(PD: toda la razón bebé Kiyoi... los bebés son wakalaaaa!!)

"¡Ven y disfruta! Olvida todo!"

My Beautiful ManWhere stories live. Discover now