Parece que las aventuras nunca se acaban para Kratos y Atreus, una misteriosa chica aparece un día pidiendo ayuda al joven y al Dios. Pronto se relevara la existencia de un nuevo y olvidado reino, una nueva aventura llena de enemigos, amistades y...
Atreus con toda la fuerza de voluntad y valentía que pudo reunir saco la espada clavada en su hombro, grito de dolor en el proceso y la sangra salía chorreones de la herida.
Tiro la espada a un lado y con la otra mano se hizo presión en el profundo corte, debía de parar la hemorragia o moriría desangrado.
Lo último que recordaba era como Eyra le había quitado de encima a Kalevi con un empujón, rezaba para que ella estuviera bien y cuando dirigió su mirada hacia donde ellos tendría que estar supuestamente.
Su corazón se paro durante unos segundos.
Allí no había rastro de ninguno, ni de Eyra ni de Kalevi.
-No no no, no puede ser. ¿Do-donde estas?-. Tartamudeaba de los nervios al ver que no la encontraba por ningún lado
Este se acerco cojeando hacia el balcón donde la vio por última vez, pero la puerta abriéndose junto a un gran estruendo llamo su atención.
De repente en la sala aparecieron su padre junto a Rilen y algunos soldados mas.
-¡Atreus! ¿Qué te ha pasado?-. Exclamo el dios mientras se acercaba rápidamente a su hijo y examinaba la herida.
-Me ha clavado la espada en el hombro, pero tranquilo estoy bien. Solo necesito parar la hemorragia-. Dijo mientras dejaba que su padre lo examinara.
-Toma, bébete esto, parara la sangre por ahora. Freya ha venido a ayudarnos, se encuentra abajo curando a los mas heridos. Hemos conseguido acabar con la mayoría de bichos-. Informo.
-¿Dónde está Eyra?-. Pregunto inquieto Rilen.
-No-no lo sé, yo estaba siendo atacado cuando de repente lo empujo hacia la ventana y desaparecieron-. Dijo nervioso.
-¿Qué? ¿Me estás diciendo que se ha lanzado por la ventana con Kalevi?-. Dijo Rilen furioso acercándose al borde del balcón en compañía del resto.
Atreus miro hacia abajo y su respiración se corto, era imposible que ambos pudieran haber sobrevivido a una caída de semejante altura.
-No puede ser... No puede estar muerta-. Dijo con el corazón en la mano y negando en su cabeza el posible destino de su amada.
Entonces un fuerte rugido casi hace estallar los tímpanos de todos, incluso se tuvieron que tapar los oídos de lo fuerte que sonaba.
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-No puede ser, la muy maldita lo ha hecho...-. Dijo Rilen con una sonrisa enorme en su rostro.
-¿Qué? ¿A qué te refieres? ¿Dónde está Eyra?-. Pregunto él con inquietud.
-En mi vida solo la he visto así una vez, y recuerdo que casi me mata. Solo espero y rezo de que esta vez sepa controlarse o si no estamos muy jodidos Atreus-. Comento con seriedad.
-Algo se acerca, algo muy grande. Apártate Atreus-. Dijo Kratos retrocediendo varios pasos.
-¿Qué? ¿Porqu-. Sin embargo el chico no pudo terminar la frase ya que una gran y potente ráfaga de viento descendió desde las profundidades del barranco hacia arriba con toda la fuerza, casi tirando a más de uno al suelo.
