Capítulo 5

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AMELIA

Por fin ya era viernes ya había terminado de hacer mi ronda para ver como se encontraban los pacientes y ahora iba a ir a ver a Ariadna habíamos quedado con Pedri que nos íbamos a encontrar para poder visitarla los dos.

Pedri González

Estoy en el hospital, ¿ya vendrás?

Si, dame 5 minutos y ya estaré ahí.


Estaba apunto de bajar cuando el doctor Smith me llamó.

— Doctora Miller.— le escuché decir detrás de mi.

— Buenos días doctor.— le respondí

—  Necesito hablar con usted un momento, será rápido.— con decirme eso me empecé a preocupar, no sabía de qué se trataba, ¿y si alguien se quejo de mi y por eso me quiere llamar la atención?

— Claro doctor dígame.— solo espero que no sea nada malo.

— Tranquila no tiene que ver con el trabajo que realiza.— un sentimiento de alivio me invadió al escuchar decir eso— se trata de la paciente de la habitación 12 que estaba viendo en el área de oncologia.

— ¿Ariadna?.— el asintió con la cabeza— ¿Qué pasa con ella?

— La verdad no se que tan cercanas eran pero espero que esta noticia no le afecte tanto.— el sentimiento de  preocupación nuevamente me invadió.

— Sea cual sea la noticia dígamela doctor.— espero que no sea lo que estoy pensando.

— Esta bien, la paciente no resistió al tratamiento y ella lamentablemente falleció.— finalmente si fue lo que estaba pensando.

— ¿Hace cuanto fue?.— pregunté.

— Me dijeron que fue hace 20 minutos atrás, sufrió un paro cardíaco y no pudieron reanimarla. Lo siento mucho.— me toco el hombro.

— ¿Me permite ir un momento?

— Claro, anda aquí esta todo controlado.

— Gracias doctor.— mientras iba bajando recordé que Pedri me estaba esperando y que yo tenia que decirle la noticia sobre Ariadna. Cuando llegue lo vi, estaba esperándome en la recepción entonces me acerqué y comencé a hablar.

— Hola.— él me miró extrañado por mi tono de voz.

— Hola, ¿estas bien?, ¿paso algo?.— me empezó a hacer múltiples preguntas.

— Estoy bien pero tengo que hablar contigo un momento, ¿podemos ir a otro lugar? .— pregunté

— Claro vamos, yo te sigo.

Lo lleve hasta los jardines, ese lugar era un poco más tranquilo y vacío que el resto de los lugares del hospital.

— Bien lo que te tengo que decir se trata sobre Ariadna.

— ¿Qué pasó con ella?.— me preguntó un poco angustiado.

— Recién me dijeron  que ella no pudo resistir más y que finalmente falleció.— pude ver que sus ojos se cristalizaron un poco.
Se produjo un silencio entre los dos ya que ninguno sabia que más decir.

— ¿La fuiste a ver?.— finalmente él hablo después de alrededor dos minutos.

— Aún no.

— ¿Quieres ir?.— me preguntó.

— Si y ¿tú?.— no sabia que más responder si bien se dice que los doctores no tienen sentimientos ni corazón, pero la verdad es que si los tienen solo que no podemos demostrarlo ante los familiares de un paciente porque ellos nos tienen que ver fuertes.

— Yo también, ¿vamos juntos?

— Claro, vamos.— salimos del jardín y nos dirigimos a la habitación 12, esta estaba abierta y al acercarnos pudimos ver a la mamá de Ariadna ella alzó su mirada y nos vio.

— Doctora Miller, Pedri.— ella se levantó y vino a la puerta, sus ojos estaban hinchados de tanto llorar, me dolía ver así a los familiares de los pacientes.

— Siento mucho su pérdida.— le dije tocándole el hombro.

— Mis más sentido pésame.— le dijo Pedri.

— Gracias doctora y gracias Pedri .— ella nos respondió — si quieren pueden pasar a despedirse de ella, se que ella los quería mucho. Ambos no miramos y asentimos con la cabeza.

— Claro si es que no hay algún problema.— le respondí.

— No hay ningún problema, pasen yo tengo que ir hacer los papeles para poder llevármela.— soltó una lágrima.

— Esta bien, si necesita de algo digamelo.— le dije, ella solo asintió y se fue.

Pedri y yo entramos a la habitación y el comenzó a despedirse y le dijo que iba a cumplir la promesa que le había hecho finalmente llego mi turno y al igual que Pedri comencé a despedirme de ella. Ambos salimos de la habitación y la mamá de Ariadna ya estaba en la puerta nos dijo que la esperemos un momento y eso hicimos hasta que ella vino.

— Ariadna me dejo estas cartas para ustedes, de alguna forma creo que ella sentía que se iría.— nos extendió una carta a cada uno.

— Gracias y nuevamente lamentó su pérdida.— la abracé al igual que Pedri.

Nos fuimos nuevamente a los jardines para hablar un momento.

— ¿Segura que estás bien?.— el me preguntó

— Si no te preocu...— no me dejo terminar porque el me abrazó y yo le correspondi, realmente si necesitaba ese abrazo para continuar con mi jornada— muchas gracias.

— No tienes porque agradecer, realmente me gustaría quedarme más tiempo abrazandote pero tengo que ir a mi entrenamiento.— me dijo cortando el abrazo.

— Cierto en dos días juegas.— me separe de él— es mejor que vayas de una vez para que no llegues tarde.

— Si, nos vemos el día del partido.— el me dijo— si te sientes mal o necesitas algo no dudes en decirme, ¿esta bien?

— Esta bien, no te preocupes.— le respondí.

Nos despedimos con un beso en la mejilla y pude ver como se alejaba poco a poco, regrese a mi trabajo y solo esperaba que ya se acabará mi turno para poder irme a casa.

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Estaba en mi casa pensando en todo lo que había pasado hoy en el hospital, la muerte de Ariadna me hizo recordar a la primera vez que perdí un paciente, cuando estaba haciendo mi internado, recuerdo que me dolió muchísimo y me sentía culpable por no haber hecho algo más para salvarlo y mi doctor encargado me dijo que no había nada que hacer, que el paciente ya no tenía salvación y que yo no tenía ninguna culpa porque había hecho todo bien, mientras recordaba unas lágrimas empezaron a salir y recorrían toda mi cara y asi finalmente solté todo lo que había contenido durante todo el día.

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N/A
Hice este capitulo mientras escuchaba Atlantis, Car's outside y Empty space :'(

Aquí tienen otro capítulo en recompensa por no haber actualizado estos días. ¿Opiniones?











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