El amor no es para todos

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⏰7:02pm


Luis terminó de beber su corona, ya había perdido la cuenta de cuantas se había tomado con Eric y Alex, pero Alex era quien menos había bebido de los tres.

Miró de lejos a la mujer de quién se había enamorado, con quién perdió su virginidad y quien le enseñó a ser hombre en el sentido carnal.

La hermana mayor de su amigo de quién tontamente se había enamorado.

Fue tonto, muy tonto al creer que ella su Diosa como él la llamaba se enamoraría de él.

Se levantó con mucha angustia porque por más que quería ocultar lo que sentía no podía, a fin de cuentas era un púber de diecisiete jugando a ser hombre cuando no lo era.

Quedaron en que sería solo sexo casual y cada quién podía tener su pareja o saliente, él tuvo muchas chicas durante ese tiempo y nunca le preocupó si ella también tenía a alguien porque no la veía.

Pero desde esa última vez en su casa ella ya no quería verlo ni hablar con él, imaginó que sería de boca para fuera ya que siempre amenazaba con eso, pero hoy a diferencia de las otras veces sintió seguridad en sus palabras.

Verla coquetear y sonreírle tan abiertamente a un chico de su edad que perfectamente podría convertirse en su novio le dolió, le dolió porque sabía que ese chico nunca sería él.

Caminó con lágrimas en los ojos con ganas de reclamarle y gritarle a todos que ellos estaban juntos, quería gritarle al chico que agarraba su cintura que ellos estaban juntos y que no la tocara, pero su andar no llegó muy lejos ya que una de las pocas personas que sabía y lo entendía lo abrazó.

— No hagas algo de lo que te puedas arrepentir —Luis la abrazó y lloró en su hombro— ven vamos...

Bianca se llevó a Luis y Alex miró a Rodrigo dándole a entender que ellos se harían cargo de su amigo.

Rodrigo asintió y fue jalado a la pista de baile por una de las amigas de Temari con quién había estado conversando hace un par de horas.

Bianca y Alex se llevaron a Luis al baño.



Desde que te vi, mi identidad perdí
En mi cabeza estás solo tú y nadie más
Me duele al pensar que nunca mía serás
De mí enamórate



Joaquín bailaba sosteniendo de la cintura a Erika y ella apoyaba su mano en su hombro bailando al compás de la música

Para Erika, Joaquín le resultaba interesante, no hablaba de autos, ni de ropa, menos a donde se iría de vacaciones terminando el ciclo de la universidad, lo que le había contado la tenía intrigada e interesada.

— Entonces eres becado y tu familia vive en provincia —Joaquín asintió— y ahora trabajas en un prestigioso bufete

— Oficialmente desde este viernes, he sido adjunto prácticamente ad honoren pero tener la oportunidad de recibir el certificado por las prácticas de un bufete como ese lo valen

— Eres bastante maduro y se nota que te esfuerzas, al menos por lo que me cuentas y tu forma de hablar

— A veces la vida te hace madurar rápido, en mi caso he tenido que buscar las oportunidades y agradezco haber tenido suerte y que reconozcan mi esfuerzo

— Nahh, no llames suerte a tu dedicación, si los chicos que he conocido fuesen como tú no estaría soltera

Joaquín sonrió

— No te creo

— Oye no te miento, —lo empujó y Joaquín sonrió— no he tenido más que salientes porque son tan huecos que me terminan aburriendo, por eso me gustan los mayores

Estúpido CupidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora