"El Niñero" (Narry Storan)

Capítulo 21

- 1... 2.... 3.... - contó el rizado en un susurro y saltó.

Cayo justo en frente de su balcón, entrando en territorio Tomlinson, con su dedo medio golpeó suavemente la ventana del rubio - Niaaaalll, despierta Niall - susurró.

Del otro lado, el pequeño rubio dormía serenamente, cálido y tranquilo, muy profundo. Harry estaba fuera, eran las 2 de la madrugada, no podía dormir y sentía la fuerte necesidad de abrazar al pequeño, acariciarlo y besarlo. Afuera hacía frío, mucho frío, el vaho emanaba de las fosas nasales de Harry como si este estuviese furioso, pero no era así, se había quedado apreciando la bella cara del pequeño... Sus suaves labios... Su lindo pecho subía y bajaba tranquilamente...Hasta que la perversión invadió la mente del ojiverde.

- ¿Cómo serán los gemidos de Niall? - se preguntó. El rizado recordó cuando encontró a Niall debajo del pingüino, tocándose mientras oía unos pequeños gemidos, gemidos que despertaban en Harry la pasión de lo prohibido. Y todo vino a la mente de nuevo, Niall desnudo, Niall tocándose y gimiendo,  Niall siendo penetrado por Harry.... "¡¿Qué?!" Pensó el rizado. "No puedo estar pensando eso, es sólo un niño... Un muy apuesto y sensual niño, pero aun así eso no debe..."  Harry detuvo su pensamiento al percatarse que su mano acariciaba su entrepierna, lentamente. Ya no importaba. Harry sacó su miembro y empezó a masturbarlo, de rodillas frente a esa ventana, mientras observaba la imagen de su pequeño dormir. El rizado imaginaba la situación perfecta: él y Niall en una cama follando salvajemente. Los gemidos de Niall y su miembro entrando y saliendo de ese celestial agujerito que tanto deseaba probar. Su respiración se agitó inmensamente y varios gemidos fueron ahogados, el vaho empañó la ventana nublándole la vista pero ya no la necesitaba, su imaginación hacia todo el trabajo. Y así sin más ni más, Harry se corrió en la ventana de Niall, salpicándola toda de su espeso semen. El rizado suspiró cansado.  

- Vaya que estoy loco - susurró.  

Su mente se puso en blanco al darse cuenta que otra vez se encontraba ahí, como un completo acosador degenerado. Y valla que lo era. Harry introdujo su pene dentro el pantalón y saltó de nuevo a su balcón, se introdujo a su cama asustado por su actitud y rápidamente se quedó dormido. 

Al día siguiente el rizado se despertó tarde, la luz se colaba entre las persianas cerradas de su ventana, eran las 10 de la mañana y encima era domingo, un aburrido domingo, no había mucho que hacer, la casa estaba limpia y ordenada, su ropa estaba lavada y no había universidad, la tormenta no estaba como antes pero vaya que había una espesa capa de nieve, como de unos 7 centímetros y frío, mucho frío. Pero nada de eso importaba en la mente del rizado. Zayn... Eso sí que importaba, lo pasado la noche anterior. Louis... Eso sólo lo empeoraba. Niall... La única razón por la que aguantaría las insinuaciones de Louis, ya que si el ojiverde le rechazaba podría despedirlo y Harry no aceptaba la idea de alejarse de Niall, aunque en febrero del próximo año se diera eso. Se iría. 

La presión en el pecho del ojiverde apareció, y no es que se hubiese marchado, sino que se había olvidado que estaba o más bien ya se había acostumbrado a sentirla. Y eso sólo hacia peor un aburrido domingo. No cuidaba a Niall los domingos,  Louis no trabajaba y por ende él lo cuidaba, Harry sólo se moría de aburrimiento. 

Zayn, Zayn podría contrarrestar ese aburrimiento pero... No, Harry se negaba a llamarle después de la confesión incómoda de la noche anterior ¿Un domingo aburrido, con depresión y encima incómodo por la presencia de su ex? No, definitivamente no. 

El rizado recordó que había dejado de ver a Zayn como ex desde hace mucho tiempo, habitualmente le miraba como un amigo, un muy buen amigo más que como un exnovio pero esa noche, la noche anterior... Y el beso... Todo confundía a Harry. Y no es que dejara a Niall por Zayn, eso ni pensarlo nunca pero era Zayn... El mismo que años atrás le había defendido del club de lucha. Bonito recuerdo.